Mostrando entradas con la etiqueta CAMINO SANABRES. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CAMINO SANABRES. Mostrar todas las entradas

EL SANTIAGO PEREGRINO ABANDONADO A SU SUERTE


  El Santiago Peregrino de Santa Marta de Tera, ha desaparecido  

      Una triste noticia que conmocionaría al mundo jacobeo y en especial a todos los peregrinos que desde el sur peninsular caminan en peregrinación hacia Santiago de Compostela.

        Esta noticia podría llegar a ser una realidad si nadie acude a la llamada de Socorro que desde hace años están lanzado más de 30 asociaciones jacobeas que piden a Patrimonio medidas urgentes para proteger la imagen de la iglesia románica de Santa Marta de Tera.


 

       Debemos denunciar también el abandono al que nuestros responsables públicos, aquellos que deben proteger nuestro patrimonio, haciendo dejadez de su responsabilidad, tienen sometido a uno de los principales iconos de nuestro camino que, por su indiferencia acabará desapareciendo.


---------------------------------
Expertos en arte y en el Camino de Santiago,
técnicos en restauración y amantes de nuestro patrimonio,
hace ya años que han puesto el grito en el cielo,
pero va pasando el tiempo y lamentablemente
la voz de alarma no ha sido escuchada.
---------------------------------

       Esta obra singular y única del románico, se encuentra en serio peligro si no se toman medidas urgentes, en un corto espacio de tiempo puede quedar irreconocible e irremediablemente irrecuperable a consecuencia también de su rápida degradación. Se han detectado más de media docena de orificios de insectos que estaban anidando en el interior de la estatua. Pueden apreciarse los restos que han ido extrayendo para hacer sus nidos y estas oquedades irán acumulando agua y las bajas temperaturas se irán encargando de hacer su trabajo de destrucción.

La Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago reclama la intervención para adoptar medidas «urgentes» de protección y conservación del Santiago Peregrino pétreo que puede contemplarse en la portada sur de la iglesia románica de Santa Marta de Tera (Zamora).

El Santiago Peregrino de Santa Marta de Tera, es una obra de arte irreemplazable para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago desde el sur peninsular. Representa un símbolo, no solo del Camino en el que se encuentra emplazado, el Sanabrés, sino que también es valorado y muy apreciado por todos los peregrinos que se dirigen a Santiago por cualquiera sus los caminos.




---------------------------------
Desde aquí animamos a todas las asociaciones jacobeas y peregrinos a unirse a esta
LLAMADA DE SOCORRO
---------------------------------

       Es urgente tomar medidas para salvar esta obra única, un icono jacobeo en peligro. Se propone que se ponga la estatua original a buen recaudo, en el interior, dejando una réplica en el exterior. Esto no sólo refuerza el cuidado de la obra románica original, sino que incrementará el interés museográfico de este enclave, de elevado valor histórico y artístico.

Manifiesta con unas palabras tu apoyo, para que esta obra única, cuente con la protección que necesita y comparte y difunde esta petición para que llegue a todo el universo peregrino.

Buen Camino

Etapa 36. Outeiro - Santiago de Compostela



Estamos en el último día de nuestro Camino de Peregrinación al sepulcro del Santo Apóstol Santiago en Santiago de Compostela, nos invade mil sensaciones, emociones, expectativas... mil cosas,  contentos por llegar y a la vez tristes, una experiencia muy intensa que está llegando a su fin.
Nuestras miradas se cruzan y lo dicen todo. Tan solo nos quedan unos 17 kilómetros para llegar a Santiago de Compostela, atrás quedaron casi mil kilómetros con jornadas todas ellas inolvidables cargadas de emociones.

Nuestro último día transcurre por un paisaje muy parecido al de jornadas anteriores. Nos acercamos a Santiago a través del Concello de Boqueixón, situado a las faldas del Pico Sacro. Más adelante nos espera, Piñeiro y Angrois que nos acercarán hasta el tramo empedrado de la calzada de Sar, último eslabón para afrontar nuestros últimos pasos por la capital compostelana.


Último día

Como cada mañana nos levantamos pronto, dejamos atrás el albergue por el camino que interrumpimos ayer. Pronto nos engulle el bosque de Vedrá, este será prácticamente el último entorno forestal sin viciar que encontraremos hasta llegar a Santiago.
Continuamos de frente, pronto aparecerá a nuestra derecha la compañía del Pico Sacro, ignoramos los diferentes cruces que salen a nuestro paso, y tras dos kilómetros llegamos a una pista asfaltada. Descendemos hasta llegar a un cruceiro de piedra, al frente dejamos Ardarís y entrando en la parroquia de Lestedo y el Concello de Boquixón.
Continuamos por una pista asfaltada, entre viviendas diseminadas llegamos hasta Rubial.

En esta localidad, tras llegar a un cruce comienza el desvío que conduce al Pico Sacro, que con sus más de quinientos metros de altura preside los paisajes circundantes y ofrece una buena vista de ellos hasta la ciudad de Santiago.
El monte está vinculado a la tradición de la Translatio del Apóstol Santiago desde Iria hasta Compostela. En sus laderas estarían los toros bravos que los discípulos de Santiago amansaron para uncirlos al carro que trasladó el cuerpo del Apóstol hasta su sepulcro en el bosque Libredón. El monte siempre estuvo cargado de misterio y leyendas, algunas relacionadas también con la Reina Lupa. Los cortes en las rocas cuarcíticas y varios pozos y cuevas de origen discutido avivaron este misterio. Casi en la cumbre está la ermita de San Sebastián, originariamente del siglo IX.




Pico Sacro

Dejamos para otra ocasión la visita al Pico Sacro y continuamos camino hacia nuestro objetivo, Santiago de Compostela.
Salimos de Rubial atentos a las flechas amarillas, la traza es bastante recta, por lo que seguimos de frente. Mas adelante encontramos una señal que indica el pueblo de Os Muiños dos Blegos. Seguimos recto. Tras andar 1 kilómetro más, salvamos la vía férrea por in paso inferior.
Llegamos al lugar llamado A Picota y al puente Busacos. Continuamos caminando y, a tras kilómetro y medio salimos a la N-525; tras un aserradero encontramos la población de A Susana.

Proseguimos nuestro recorrido por el camino de la izquierda hacia Outeiro de Morrazos; seguidamente hacia la derecha, con cuesta incluida; rebasamos el lugar llamado Cañoteira de Marrazos y de este modo llegamos a la población de Aldrei.

Cruzamos la vía del tren por un paso subterráneo y entramos en el lugar de nombre Vixoi, donde encontramos una bifurcación de caminos, eligiendo el de la izquierda, luego seguimos de frente. Entre giros a derecha e izquierda, llegaremos al río y a la ermita de Santa Lucía. Después de este enseguida llegamos a Piñeiro.


Subimos por las calles de Piñeiro y tras un agradable recorrido entramos en la población de Angrois, entrando así en Santiago de Compostela.

Descendemos hasta las orillas del río Sar, donde está situada la Colegiata de Santa María la Real de Sar.
El conjunto arquitectónico de Santa María la Real de Sar, comenzó a construirse en 1136, ejemplo singular del arte románico. Es un templo románico completamente abovedado, tres naves, la capilla mayor es de planta poligonal. La reedificación del siglo XVIII hizo desaparecer el rosetón de su fachada y el coro situado a la entrada. La acusada inclinación de los pilares del interior de a iglesia es una de las características más singulares de este edificio románico y se ha convertido en uno de los principales atractivos de este que lo hacen singular. Está emplazada en una zona de profunda tradición compostelana, el barrio de Sar, cruzado por el río al que deba su nombre, cuyas orillas fueron cantadas por Rosalía de Castro y sobre el que puede admirarse un hermoso puente de origen medieval. Este puente románico de tres arcos servía de entrada a Santiago para los peregrinos que llegaban a Compostela tras recorrer el Camino de la Vía de la Plata.

Dejando atrás tan singular joya del románico abrimos los ojos y nos encontramos con la Autopista del Atlántico, la AP-9 que salvamos por abajo y, de seguido, superamos un puente sobre las vías del tren. Un pequeño descanso para entrar en Angrois, una pequeña aldea situada aproximadamente a unos tres kilómetros del centro de Santiago. Los últimos kilómetros los afrontamos por la calle Camiño Real de Angrois.

Tras cruzar una carretera tomamos el piso empedrado de la calzada de Sar. Al frente, no muy lejos, la visión clara de las torres de la catedral de Santiago.
Con el corazón a mil por hora tras ver nuestro objetivo al alcance de la mano llegamos a la rúa da Ponte do Sar, cruzamos el puente y afrontamos la dura subida por la rúa do Sar y Castron Douro.

A continuación, nuestro recorrido hasta la Catedral nos lleva a pasar por la rúa Virxe da Cerca, Porta de Mazarelos, Praza da Universidade, Calderería, Costa de Xelmírez y Praza de Praterías.
Desde la portada románica de Praterías se accede a la Catedral de Santiago, pero nosotros no faltamos a la tradición de llegar hasta la plaza de Obradoiro que se encuentra a pocos metros.



Por fin nos encontramos en la plaza do Obradoiro, donde confluyen todos los Caminos y peregrinos del mundo, después de casi mil kilómetros nuestro Camino ha llegado a su fin, y nuestra peregrinación está a punto de cumplirse, solo nos queda entrar en la catedral y abrazar al santo Apóstol. .

En la Plaza, los peregrinos satisfechos van haciendo su aparición, la tranquilidad y la poca afluencia de peregrinos en la Ruta de Plata contrasta enormemente con la masividad de peregrinos procedentes del Camino Francés, una verdadera marabunta humana.



Damos gracias a Dios por llegar sanos y salvos, y marchamos juntos a la Oficina del Peregrino, allí nos espera nuestra Compostela.

Para obtenerla se requiere presentar en la Oficina del Peregrino la Credencial del Peregrino debidamente sellada, acreditando así los lugares por donde hemos pasado.
En nuestro caso lo hemos recorrido a pie, pero también se puede hacer en bicicleta o a caballo. En realidad, para conseguir la Compostela tan solo hace falta haber recorrido los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo, en el caso de hacer el Camino en bicicleta el mínimo de kilómetros es de 200.

La Credencial del Peregrino se puede conseguir en el punto de partida, en Asociaciones de Amigos del Camino, en albergues, parroquias o refugios del Camino de Santiago.
La Credencial del Peregrino tiene dos finalidades prácticas:
- El acceso a los albergues.
- Servir de justificante de haber cubierto el Camino al solicitar La “Compostela”.
No obstante, la presentación de la Credencial, aunque necesaria, no es suficiente, ya que para conseguir la “Compostela” has de haber realizado la peregrinación con sentido cristiano, aunque sólo sea en su aspecto de búsqueda espiritual. El motivo por el que realizas el Camino te lo preguntarán cuando entres en la Oficina del Peregrino para solicitar la “Compostela”. Por tanto, si realizas el Camino por motivos turísticos o deportivos no cumples con el requisito fundamental para obtenerla. En este caso, a los que han hecho el Camino por motivos diferentes a los religiosos se les da otra certificación del Peregrino, distinta de la “Compostela”.


La Compostela
La Compostela (y no "Compostelana", como a veces equivocadamente se le conoce) es un documento del Cabildo Catedralicio de Santiago que certifica la peregrinación a pie o en bici por el Camino de Santiago por motivos religiosos o espirituales a Santiago.

La Compostela se encuentra escrita en latín y su traducción es:

"EL CABILDO de esta Santa Apostólica Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana, custodio del sello del altar de Santiago Apóstol, para que todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa hasta la Tumba de Santiago, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: X ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa). En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia".


Ya con la Compostela en la mano hicimos lo que marca la tradición, subir las 33 escaleras hasta el pórtico de la gloria: “la biblia de piedra” allí están los apóstoles, Santiago, Jesucristo, los ancianos del apocalipsis como banda de música, incluso los pecadores condenados al fuego. A continuación, poso mi mano ante la columna central, donde miles de peregrinos antes que yo, dejaron huella al posar las suyas.
Entro en la catedral y me arrodillo ante la figura del Maestro Mateo, jefe de los canteros que supieron plasmar un simbolismo que aún no se leer y le doy los cabezazos o “croques”, la tradición dice que así parte de la sabiduría pasa al peregrino.

Después asistimos a la Misa del Peregrino, como en otras ocasiones también tuvimos suerte, un grupo de peregrinos alemanes pagó una buena suma de dinero al cabildo catedralicio, por lo que hoy el Botafumeiro será puesto en marcha: “poderoso caballero es don dinero”, impresionante el movimiento pendular que atraviesa todo el cruceiro esparciendo el aroma de incienso.


Salimos de la Catedral y nos dirigimos hacia la Puerta Santa o Puerta del Perdón, que se halla en la zona trasera de la Catedral de Santiago, en la Plaza de la Quintana que está abarrotada de peregrinos y visitantes, la cola parece interminable y decidimos ir a comer algo por las callejuelas de la ciudad.

La Puerta del Perdón permanece siempre cerrada, y excepcionalmente, puede ser utilizada los Años Santos -aquellos en los que el 25 de julio es domingo-

Llegada la tarde decidimos formar parte de esa cola interminable para entrar en la catedral por la Puerta del Perdón. Por fin llegó el momento esperado, el objetivo de nuestro peregrinaje, la recompensa a nuestros cuarenta días de Camino, el último rito, abrazar al Santo Apóstol.

Tras pasar bajo la Puerta del Perdón subimos emocionados los doce peldaños que nos llevan hasta la santa imagen, nuestro objetivo se ha cumplido, fundirnos en abrazo con la imagen del Santo Apóstol Santiago, y nos encomendamos a ella.
A continuación, bajamos hasta la cripta en la que se encuentra el sepulbro del Apóstol.

Salimos ascendiendo al suelo firme cumpliendo así el ritual sagrado del buen peregrino.
“Rodear lo sagrado, ascender, unirse y ver desde arriba, bajar hasta la tumba y salir de nuevo al mundo”…


Nuestro Camino ha llegado a su fin, la peregrinación continuará toda la vida, paso a paso, siempre hacia Compostela (Campus estelae: el campo de estrellas).

El camino te convierte en camino, te fundes con la naturaleza, momentos en que te sientes aire, polvo, árbol o incluso hoja. Tu interior cambia, te cambia, el camino cobra el sentido con tus preguntas continuas, un interrogatorio personal que dura horas, días, semanas.

"No hay un camino hacia la paz: la paz es el camino"
Gandhi

Buen Camino

La historia de Santiago de Compostela se remonta a la prehistoria, la cultura castreña, la llegada de los romanos y, como punto de inflexión, el encuentro del enterramiento del Apóstol Santiago. A partir de ese momento la ciudad se conformará en torno al centro de poder representado por el arzobispo de Santiago y su representación física, la Catedral. El Camino de Santiago marcó desde entonces el devenir de la ciudad.

En el territorio que actualmente ocupa la Catedral de Santiago existía un poblado romano, que se tiende a identificar como la mansión romana de Aseconia y existió entre la segunda mitad del siglo I y el siglo V. El poblado desapareció, pero permaneció una necrópolis reutilizada como cantera que estuvo en uso quizás hasta la época del Reino Suevo de Galicia, llegando hasta el siglo VII.

El nacimiento de Santiago como se conoce ahora está ligado al descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago entre el 820 y el 835, la elevación del rango religioso de los restos, la Universidad y, en la actualidad, la capitalidad de Galicia.

La figura que se convirtió en patrón de España en el siglo XVII, opositando con otras tan señeras como Santa Teresa de Jesús o San Millán de la Cogolla, y que sigue siendo capaz de atraer desde hace más de dos milenios hacia una punta occidental de Europa a millares de peregrinos de todo el mundo por los caminos de la devoción, la curiosidad, la cultura, la búsqueda personal o cualquier otra razón, no sólo era el fruto de "pescador de hombres", como le pronosticara Jesús. Aunque su biografía sí se encuentra en el vértice de una religión naciente y luego masiva, o en el de un joven continente europeo que buscaba definir su identidad en caminos de divergencia-convergencia similares al despliegue-repliegue de los surcos de la venera o vieira del peregrino.

Según una tradición medieval, como aparece por primera vez en la Concordia de Antealtares (1077), el eremita Pelayo, alertado por luces nocturnas que se producían en el bosque de Libredón, avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien descubrió los restos de Santiago el Mayor y de dos de sus discípulos en el lugar en que posteriormente se levantaría Compostela, topónimo que podría venir de Campus Stellae (Campo de la Estrella), o más probablemente de Composita tella (tierras hermosas), eufemismo por cementerio. El descubrimiento propició que Alfonso II, necesitado de cohesión interna y apoyo externo para su reino, hiciera un peregrinaje —anunciado en el interior de su reino y en el exterior— a un nuevo lugar de peregrinación de la cristiandad en un momento en que la importancia de Roma había decaído y Jerusalén no era accesible al estar en poder de los musulmanes.

SANTUARIO MEDIEVAL

Poco a poco se fue desarrollando la ciudad. Primero se estableció una comunidad eclesiástica permanente al cuidado de los restos, formada por el obispo de Iria y los monjes de Antealtares, en la que espontáneamente se asentó un población heterogénea, aunque fundamentalmente estaba formada por emigrantes procedentes de las aldeas próximas y fue aumentando a medida que progresaba la peregrinación por razones religiosas por todo el Occidente peninsular, reforzada por el privilegio concedido por Ordoño II en 915 por el que se establecía que cualquiera que permaneciera cuarenta días sin ser reclamado como siervo pasaba a ser considerado como hombre libre con derecho a residir en Compostela.

El santuario fue adquiriendo relevancia política. De este modo allí fueron coronados monarcas del Reino de Galicia y del Reino de León como Sancho Ordóñez; Ordoño IV, Sancho I o Bermudo II. La ciudad fue creciendo y Sisenando II la fortificó en el año 969, conformando lo que se conoció como Locus Sancti Iacobi.

Dado el auge que estaba cobrando, la ciudad fue destruida por Almanzor el 10 de agosto del año 997, el cual sólo respetó el sepulcro del apóstol. Al volver los habitantes comenzó la reconstrucción y, a mediados del siglo XI, el obispo Cresconio dotó a la ciudad de un recinto de fosos y una nueva muralla, sobre el antiguo anillo de empalizadas para proteger los nuevos barrios que habían surgido alrededor del Locus.

El año 1075 el obispo Diego Peláez dio comienzo a la construcción de la catedral románica. El aumento del peregrinaje hace de Compostela un lugar de referencia religiosa en Europa, lo que aumenta su importancia, y la ciudad se ve recompensada también políticamente al alcanzar, en la época del arzobispo Diego Gelmírez, la categoría de metropolitana para la iglesia compostelana (1120).

Santiago era, además, centro de un gran señorío feudal gobernado por los obispos de Compostela, que iba desde el río Iso hasta el Atlántico. Desde Santiago se organizó la resistencia armada frente a las invasiones normandas, los cuales conocían al Reino de Galicia como Jakobsland (País de Santiago).

Un hecho importante, desde el punto de vista político, fue la coronación por Diego Gelmírez de Alfonso Raimúndez, el futuro Alfonso VII, en la catedral compostelana como rey de Galicia. Desde el punto de vista religioso, sin embargo, hay que resaltar la concesión del privilegio del Año Santo Jubilar Jacobeo mediante la bula Regis Aeterni del papa Alejandro III en 1181.

Desde el punto de vista social, cabe mencionar el prematuro levantamiento burgués contra Gelmírez y la reina Urraca en 1117.
En estos años se redactó el Códice Calixtino, un conjunto de textos reunidos en los años finales del arzobispado de Gelmírez y que se presentaba como de la autoría del papa Calixto II, fuente fundamental de la historia de la peregrinación a la tumba del apóstol.

Durante el arzobispado de Berenguel de Landoria Santiago estuvo levantada en armas desde el año 1318, un levantamiento encabezado por el noble Afonso Suárez de Deza. La solución al conflicto se produjo en el denominado día de la Ira, el 16 de septiembre de 1320 cuando en el Castillo de la Rocha Forte se asesinó a los líderes de la revuelta. Tras los acontecimientos, el 27 de septiembre se firmó la paz.

Entre los siglos XII y XIII se fue articulando la red de calles dentro del recinto amurallado. La llegada de la peste negra a la ciudad supuso una fuerte recesión demográfica, que empezó a remontar a partir de 1380. En el siglo XV tenía entre 4000 y 5000 habitantes.


PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA CIUDAD

La Plaza del Obradoiro
Se ha dicho que Obradoiro significa "obra de oro". Sea cierto o no, brillante y precioso es el resultado. Esta plaza, de una belleza excepcional, es el corazón del museo que es la ciudad de Santiago. A la misma, en una sobrecogedora armonía, quizás por "el milagro de la lluvia que lo unifica todo" como dijera Torrente Ballester, dan monumentos de un muy variado estilo:


La Catedral
Su construcción se inició en la época de mayor esplendor de Santiago, en 1075. Comenzamos en la Capilla del Salvador, de influencia prerrománica destacada en su planta rectangular al exterior.
Su segunda etapa de construcción comienza tras el matrimonio de Doña Urraca con Raimundo de Borgoña, lo que imprimiría al templo una clara influencia del románico francés desembocando en un estilo propio; el románico compostelano. De esta época es la fachada del Obradoiro, aunque posteriormente, respetando su estructura románica se le añadieron los elementos barrocos decorativos que hoy se aprecian sobre todo en La Torre de las Campanas y la Torre de la Carraca.
Por la Puerta del Obradoiro se entra a la llamada "Catedral Vieja", que es en realidad la Cripta, iglesia románica con planta de cruz latina que introdujo en su construcción las primeras bóvedas de crucería que hasta entonces hubo en España.
El Pórtico de la Gloria constituye un conjunto escultórico románico tan excepcional que se le ha considerado "el más acabado monumento iconográfico medieval".


El Palacio de Gelmírez
Como contrapunto al claustro de la Catedral es uno de los más brillantes ejemplos del románico civil en España. Fue construido tras las revueltas que arruinaron el antiguo palacio arzobispal. Destacan sus bóvedas de crucería que cubren un amplísimo espacio sin más soporte central que el del Arco de Palacio. En ellas destaca la fantástica elaboración del granito en nervaduras y detalles, como es el cabello de las figuras, de un finísimo esculpido.

El Hospital Real
Erigido por los Reyes Católicos en 1492 para acoger peregrinos y enfermos, constituye una brillante combinación de estilo plateresco y renacentista. Hoy es sede del Parador de Turismo.

El Palacio de Rajoy
Este enorme y elegante edificio neoclásico frente a la Catedral, levantado en el s. XVIII para seminario de confesores, da aún mayor grandiosidad a la plaza. Actualmente alberga la Presidencia de la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento Compostelano.


El Colegio de San Jerónimo
Fundado por Alfonso III de Fonseca en el s. XV con portada románica, estilo que aun pervivía en Galicia en este siglo.

El Colegio de Fonseca
Fundado también por Alfonso III de Fonseca para estudios de Teología. La portada es renacentista con columnas jónicas, en la Sala de Grados hay un admirable artesonado mudéjar y su bellísimo patio combina de forma brillante diversos estilos artísticos. Este edificio aloja la Biblioteca de la Universidad y el valiosísimo manuscrito mozárabe de Fernando I, Libro de Horas, del s. XI.

La Plaza de las Platerías
Se llama así por los numerosos comercios de plateros que existen bajo las arcadas de la planta baja del Claustro de la Catedral. A ella dan:

La portada gótica de la Catedral, con una escalinata del s. XVIII. Es la única de las primitivas fachadas románicas del templo. Destacan las figuras arquitectónicas de esmeradísima elaboración como el Rey David en el centro del friso.


La Fuente de los Caballos, en su centro, obra de J. Pernas en 1825.

La Casa del Cabildo, fachada trazada por Fernández Sarela en 1758 para adornar la plaza, con su típico estilo de placas (barroco gallego).

La Casa de los Canónigos o la Conga, palacio porticado diseñado por Andrade en 1709, separando la plaza de las Platerías de la de Quintana.

La Plaza de la Quintana
Una gran escalinata divide la "Quintana de los Muertos", abajo, de la "Quintana de Vivos", arriba. A ella dan el Pórtico Real, donde se sitúa la popular "Berenguela" o Torre del Reloj, que aunque fue iniciada en el 1316 fue renovada en el s. XVII, constituyendo una excepcional torre barroca y la Puerta del Perdón que sólo se abre cuando la festividad del Apóstol cae en Año Santo. 

El Monasterio de San Pelayo de Antealtares, con su severo muro de granito, contrasta con las anteriores. Es uno de los más antiguos monasterios de la ciudad, fue fundado en el s. XI por Alfonso II para custodiar la tumba del Apóstol cuando fue descubierta. Su inmensa fachada tal como actualmente la vemos se debe a los s. XVII y XVIII. Destaca el bello enrejado de sus ventanas, las portadas del s. XVII, su cúpula y el museo de Arte Sacro del monasterio, que exhibe entre sus piezas el ara marmórea del altar del Apóstol.

La barroca Casa de la Parra, con sus plantas trepadoras, adornos frutales, gárgolas y chimenea, constituye un bellísimo broche que cierra la plaza.

La Plaza de la Azabacheria
Debe este popular nombre al gremio de los azabacheros que tanta fama dieron a la artesanía compostelana. Aquí se halló la original puerta románica, llamada Puerta del Paraíso, principal entrada de los peregrinos, donde se desprendían de sus ropas a los pies de la "Cruz d'os Farrapos", que tomaría su nombre de los harapos que allí dejaran los peregrinos. Hoy ha sido sustituida por la fachada neoclásica de Ventura Rodríguez. 

El Monasterio de San Martín Pinario, el más monumental de Santiago, procede del oratorio que en el año 912 el obispo Sisnado dedicó a San Martín. En 1102 el obispo Gelmírez consagró la iglesia, llegando a ser un gran centro religioso y su culto llegó a rivalizar con la Catedral. El edificio románico desapareció, al iniciarse en el s. XVI la construcción del actual convento. Su iglesia representa como ninguna el barroco compostelano, resaltando en su interior el Retablo Mayor de exuberante riqueza barroca.


Cercano al impresionante muro occidental del anterior se encuentra el Convento de San Francisco, que rememora la peregrinación de San Francisco de Asís a Compostela en 1213-1215. Según la leyenda San Francisco recibió una revelación divina por la que se le encargaba que erigiera un monasterio en "Val de Dios", terreno propiedad de San Martín Pinario. El citado monasterio cedió el terreno a cambio de la entrega anual de un cestillo de peces, (solemne ceremonia que perduró hasta fines del s. XVIII, en que los monjes de un monasterio solían entregar el citado tributo a los del otro monasterio). La financiación de tal proyecto debiera de hacerse con un tesoro que encontraría Cotolay en una fuente. Y así sucedió, Cotolay encontró el tesoro levantándose un edificio gótico del que hoy sólo quedan cinco arcos en el patio de la sala capitular. El convento actual y sus dos claustros son del s. XVII y la Iglesia del XVIII. 
La Estatua de San Francisco frente a la Iglesia fue realizada en conmemoración al séptimo centenario franciscano en 1930. Actualmente el monasterio alberga un interesantísimo Museo de Tierra Santa.


POR LOS ALREDEDORES DE LA UNIVERSIDAD

Uno de los más bellos itinerarios de la ciudad es el que discurre por la Rúa del Villar y la Rúa Nueva, llenos de gente o con la poética atmósfera que da la lluvia en Santiago.

En la Rúa del Villar encontraremos bellísimas palacios como la barroca Casa del Deán, que nos lleva por esta sugestiva calle de soportales al Palacio de Monroy, renacentista y al Palacio de los Marqueses de Bendana, con su fachada neoclásica y portada barroca. Está rematada con un escudo y un atlas que sostiene el mundo, que según cuenta la leyenda, lo dejará caer cuando se cumplan una serie de acontecimientos (no se preocupen, pues es difícil que todo ello ocurra al mismo tiempo).

A sus espaldas, pasando por la más estrecha calle de Santiago; la de Entrerúas, llegamos a la Rúa Nueva, (no tan nueva, pues así se llama desde el s. XII), donde se alza la torre barroca de la Iglesia de Santa María Salomé, templo románico que conserva su portada del s. XII. Y desde allí llegaremos al Palacio de Ramirans, el de los Condes de Gimonde y la Casa de las Pomas, con sus pilastras de adornos frutales. A continuación, llegaremos al Teatro Principal y el Palacio de Mondragón de bellísima sobriedad neoclásica.

Como contrapunto están la Rúa de la Reina y la Rúa del Franco, que junto con la del Villar hasta la Puerta Faxeiras, componen un divertido conjunto con la mayor concentración de bares, locales, restaurantes y alojamientos de la ciudad. Este escenario ofrece lo más animado de esta viva y atractiva ciudad.


Etapa 39-13 Silleda - Outeiro



Esta etapa discurre por los términos municipales de Silleda, A Estrada y Vedrá. En parte se sigue el valle del Ulla y es tierra de pazos y de hitos jacobeos.

Comenzamos la etapa en compañía de la típica niebla gallega. Silleda la atravesamos caminando por el arcén de la N-525, después de pasar una oficina de correos abandonamos la carretera por una calle a mano izquierda. En pocos metros tomamos un camino a mano derecha, pero que nos hace volver de nuevo a la carretera, la entrada y salida a la nacional será una constante hasta que la abandonamos cuando llegamos a la altura de una fábrica de piensos, que dejamos a la derecha. En este punto tomamos una pista asfaltada que nos lleva enseguida hasta la localidad de San Fiz, aldea de Margaride.


Después de pasar un núcleo de casas y un cruce, nos desviamos por un bonito sendero arbolado que cruza una pista asfaltada. Continuamos por un camino en ligero descenso pasando por al lado de unas naves, y que nos lleva a cruzar por un puente sobre el Toxa, un afluente del río Deza.


Después del vado del río tomamos un camino que tras varios giros nos lleva hasta la N-640, la cruzamos y en breve llegamos hasta un puente sobre la Autopista AP-53.
Cruzamos la autopista por el puente y continuamos por asfalto hasta llegar a la altura de unas casas, donde giramos a la derecha, de nuevo llegamos hasta otra casa que dejamos a la izquierda para desviarnos por una zona arbolada. Dejamos el pequeño bosque y entramos en terreno descubierto por una pista de gravilla para llegar más tarde a la N-525, llegando por ella a Bandeira.



Bandeira es otra de las poblaciones del Consello de Silleda, que por historia y tradición siempre da cobijo al peregrino y dispone de todo tipo de servicios.
Son famosos sus mercadillos que se celebran los días 14 y 29 de cada mes y sobre todo la Festa de la Empanada, que está declarada Fiesta de Interés Gastronómico.
D. José Espino Matos, el párroco de esta localidad, un gran estudioso del Camino con publicaciones atiende con mucha amabilidad a todas las demandas de atención.
Los vecinos de Bandeira adoptaron como patrono local a San Antonio de Padua, sin olvidar al patrono principal, San Tirso. Toda la parroquia está situada en una suave loma muy erosionada entre el río Toxa, al este y el Cervañiña al noroeste.
Toda esta tierra conserva restos de la cultura neolítica un de la celta siendo muy tempranamente romanizado, como puede observarse en la metalurgia, en los enterramientos y en la alfarería.
Después de la época sueva perteneció al antiguo condado decense. Fue cristianizada tempranamente con otras parroquias de la comarca.
En el S. XII en el año 1171, se construyó la antigua iglesia parroquial con la de Abades y Dornelas. De aquella primitiva iglesia parroquial solo se conserva la portada principal en Mánduas, con dos bellos retablos barrocos y una pila bautismal en la casa de Elías de Marrás.

La entidad poblacional de Bandeira es relativamente reciente. En el S. XVII tenía unos seis vecinos y no se llamaba Bandeira, sino O Fortín, con edificaciones muy pobres junto al cruce actual. Su nombre alude a la casa fuerte, de muy gruesos muros y piso alto con pequeñas ventanas para ser defendido con facilidad. Esta casa fuerte servía de almacén para recoger las rentas en grano de la casa de la Torre de Cervaña pasando posteriormente al marquesado de Santa Cruz.

Bandeira era un cruce de caminos, y por ella cruzaban el camino de Santiago (la ruta de la Plata) por un lado y por otro el camino de Caldas hacia Lugo. La población campesina de los alrededores comenzó ya en la edad media a sentir la necesidad de encontrarse en incipientes ferias donde se hacían los intercambios de productos de grano, frutas, pieles, lana, hierro para las necesarias herramientas, donde se transmitían noticias religiosas de señores y sus luchas, los juglares cantaban sus coplas en la legua gallega de aquellos días, etc.

A mediados del siglo XVIII la antigua Feria da Pomba, cambió de nombre al cambiar de solar unos 10 metros más al este, de un lugar pequeño, incómodo y húmedo a uno mucho más seco y llano y espacioso, en la llamada carballeira do Rei, que era de dominio público, al lado de fortín. Estas carballeiras do Rei se llamaban así por un decreto de Carlos II mandando hacer plantaciones de carballos (mal llamados robles) de madera muy adecuada y necesaria para la construcción de barcos. Esa casa fuerte (fortín) vino a ser también una gran taberna en el S. XVIII con su distintivo rojo de despacho de vinos similar a una bandera.
La feria se celebra los días 14 y 29 de cada mes, y con el tiempo desde sus inicios figuraría entre las más concurridas de la Galicia interior. De esta feria, a la que Bandeira debe fama y desarrollo ya hay constancia en el siglo XVII.

Nos despedimos de Bandeira tomando la carretera N-525, para, enseguida, girar por un sendero con fuerte pendiente de descenso hasta llegar a un arroyo, a continuación, una breve subida que nos lleva hasta las primeras casas de Vilariño, rodeado de campos de cultivo.

Salimos de Bandeira por la carretera N-525, y enseguida giramos a la derecha, y que discurre entre campos de cultivo. Pasamos por VilariñoPiñeiro y más tarde por Dornelas, que tiene una hermosa iglesia románica con un ábside circular del siglo XII, que nos da testimonio de su antigüedad. Casi a sus pies, una fuente nos ayudará a refrescarnos y recobrar fuerzas.



El paisaje comienza a cambiar de tonalidades y en el mojón 26,762 km dejamos este pintoresco y acogedor Ayuntamiento para entrar en el de A Estrada. A partir de este momento y hasta nuestra llegada a San Miguel de Castro, vamos a caminar a través de un paisaje poblado de olorosos eucaliptos, uno de los momentos más agradables de la jornada.

Saliendo de Dornelas, se toma el desvío en un cruce a mano izquierda hasta llegar a O Seixo.
En el último tramo de la Vía de la Plata existen pocos lugares donde sellar la credencial. En el tramo por Pontevedra y el último trayecto hasta Santiago, en cambio, las opciones son mínimas. Por esta razón y por su empeño en promocionar el Camino, la Asociación de Mulleres Rurais de Castro han tenido la iniciativa de crear un sello para estampar en las credenciales, el sello está disponible en la taberna de O Seixo.



Desde O Seixo bajamos a continuación hasta San Miguel de Castro que se encuentra próximo. En esta localidad nos espera la sorpresa de vernos literalmente invadidos por hermosas hortensias, que, incluso, forman setos.



La parroquia de San Miguel de Castro es la única del arciprestazgo de Ribadulla que pertenece al ayuntamiento de A Estrada, situado en la provincia de Pontevedra. Su nombre lo debe a un antiguo castro.

La iglesia de San Miguel de Castro es de estilo románico. Del templo primitivo únicamente se conserva el ábside rectangular muy reconstruido en la parte superior ya que en la cornisa sólo se conservan dos canecillos de proa, y el arco triunfal del que sólo se pueden analizar los toscos capiteles y estos indican un período indefinido entre fin del XII y parte del XIII. El resto es fruto de las sucesivas reformas que sufrió a través de los siglos, (tribuna y sacristía del siglo XVIII), siendo la fachada la parte más reciente (primer tercio del siglo XX), que pretende imitar el original estilo románico de este templo en su portada.
Existían además en esta iglesia, pinturas murales que cubrían las paredes del cuerpo y ábside del templo, descubiertas en 1904, según datos de los libros parroquiales en las que se veía la vida, Pasión y Muerte de Jesús. Tras las sucesivas reformas, las paredes se cubrieron con cemento y cal que impiden conocer estos “frescos”.

Esta iglesia figura en la donación que en el año 1115 hizo Doña Urraca a la iglesia de Santiago. De esta época se conserva el ábside y arco triunfal.


Continuamos camino por una fuerte bajada por pista asfaltada, con la extraordinaria panorámica del Cañón del río Ulla, por el que se desciende al pequeño santuario mariano de Nuestra Señora de Gundián, situado en medio de un espléndido prado con fuente, que nos invita a descansar.
Las primeras referencias de este santuario son de los primeros años del siglo XVIII, momento en que el santuario está ya edificado. La capilla conserva los muros originales del siglo XVIII siendo todo lo demás obra de las reformas del siglo XIX, que modifican la fábrica primitiva tras el traslado de la celebración de la Natividad de Nuestra Señora a este santuario. Tanto la hechura de la sacristía como la puerta y espadaña presentan la tipología habitual de mitad del siglo pasado. Es famosa su romería del 8 de septiembre.

La fachada presenta el típico esquema pentagonal, con la puerta de entrada a la misma altura de los dos grandes ventanales semicirculares. Sobre la puerta, una pequeña ventana cúbica, y coronando el edificio la espadaña cuadrangular de un sólo cuerpo con las campanas sostenidas por un dintel apoyado sobre tres pilares, rematando todo tres pequeñas pirámides.

La talla de la patrona de la parroquia (Santa Mª Magdalena de Ponte Ulla) se representa como una mujer joven de largos cabellos coronada con la aureola de santidad. Viste túnica talar y manto. 
Agarra con ambas manos el tarro de los perfumes con los que ungió los pies de Cristo. No tenemos noticias sobre esta talla de la santa titular de la parroquia.


Nuestra Señora de Gundián, se encuentra situada en una hornacina excavada sobre la fuente que nace bajo la ermita, de gran tradición en la parroquia por considerarse de aguas sanadoras. María como Madre, vistiendo túnica y un manto que cubre su cabeza y cae por la espalda. Sobre el brazo izquierdo sostiene a Jesús vestido asimismo con una túnica que le cubre hasta los pies y ladea su cuerpo mirando hacia su madre.


No tenemos datos sobre esta imagen de la Virgen de Gundián que recientemente se realizó para la fuente de esta ermita, sustituyendo a una anterior, que según la tradición era del monasterio de San Xoan da Cova, ubicado en la falda del monte entre el que corre el río Ulla y que una riada arrasó en el siglo XVI, de esas fechas sería la anterior imagen que junto a una cruz de azabache y plata que se conserva en la parroquial de Ponte Ulla fueron las únicas piezas que se “salvaron”. La actual, muestra un canon corto con unas enormes y desproporcionadas manos, en cambio Jesús parece excesivamente “largo” frente a la Madre que se muestra frontal, con una túnica que se apoya directamente sobre la peana, de escasos y poco profundos pliegues que caen paralelos.


La disposición y estilo de las imágenes responde a criterios arcaizantes que tratan de repetir el estilo de la talla anterior.

Nos hallamos a las puertas de Ponte Ulla, una curiosa localidad con cuatro puentes y una iglesia románica, la primera localidad de la provincia de A Coruña. A ella llegamos por el puente viejo que salva el río Ulla después de un bonito descenso de 3 km por pista asfaltada.
El río Ulla es la segunda cuenca más importante de la Comunidad Gallega y que desemboca en la ría de Arosa tras un viaje de más de 130 kilómetros.

Puente Ulla pertenece al municipio de Vedrá, en las proximidades del valle de Ulla.
Honran el nombre de esta parroquia de Vedrá, cuatro puentes: el puente antiguo que le da su nombre a esta localidad, obra del afamado arquitecto compostelano Tomás del Río, construcción de particular belleza y que data de la segunda mitad del s. XVIII. El puente de "camiño de ferro", puente de Gundián, por el que pasa el tren, construido a mediados de este siglo, el puente de la carretera Santiago-Ourense que fue construido en los años 70 y finalmente el gigantesco y flamante puente del AVE, actualmente en su fase final de construcción.





Puente Ulla tiene estructura de villa medieval con su plaza interior; una fuente de cantería a la que se accede bajando unas escaleras, la preciosa iglesia de La Magdalena, templo románico que posee una Anunciación pintada al fresco en el siglo XVI en su arco triunfal, y de devoción muy presente a lo largo del Camino. En su arco triunfal admiramos un fresco de la representación de la Anunciación, perteneciente al siglo XVI.


Quiero destacar también en la fachada granítica de una casa de la localidad, la talla de la representación de un milagro de San Nicolás de Bari, tallado en un bello capitel románico, sin olvidar el Pazo de Vista Alegre, también llamado de Pardiñas o de Gasset.

A esta localidad se la conoce con el sobrenombre de Jardín de Compostela, debido a su extraordinaria belleza natural. Sus hermosos paisajes alcanzan su máximo punto en las faldas del famoso Pico Sacro, en las cercanías de Ponte Ulla, término por donde atraviesa un desfiladero, conocido como San Xoán da Coba.

Esta localidad nos ofrece todo tipo de servicios. Quien lo desee puede hacer su fin de etapa en Ponte Ulla, usando hospedaje privado.

Salimos de Puente Ulla por un camino medieval, ascendente y empedrado, damos a una carretera que confluye con la N-525, la cruzamos y tras andar por el arcén, sale a la izquierda un camino asfaltado, que, tras rodear por detrás a un restaurante, vuelve a la nacional. En este momento no seguimos por el arcén, sino que cruzamos la nacional (atentos a un cartel metálico del camino de Santiago junto a carretera) y poco después cruzamos las vías del tren por un paso por debajo. A partir de aquí, la orientación es fácil.
Subimos por pista forestal entre eucaliptos, y llegamos a un cruce donde encontramos, a la izquierda del camino, la pequeña Capilla de Santiaguiño situada en el lugar donde la tradición dice que sucedió el acontecimiento de los bueyes que trasladaron los restos del Apóstol Santiago.


Tiene la capilla una placa que dice que fue restaurada por Antonio López Valdés, canónigo de la Catedral de Santiago, que vivió en esta parroquia hasta 1910. Detrás, está la fuente de Santiaguiño, que data de 1670. Tiene una inscripción que habla del traslado del cuerpo del apóstol Santiago y un relievo que representa parte de la leyenda del Dragón, relacionada con las sagas de la Reina Lupa.

En el centro de la fuente se puede ver una representación del apóstol, flanqueado por sus discípulos Teodoro y Atanasio. Según algunos autores estas dos figuras procederían del antiguo coro románico de la Catedral de Santiago, obra del Maestro Mateo. Se puede calificar a la fuente como una especie de retablo pétreo muy logrado. Remata con una cruz y dos pináculos, todo ello sobre un techo a dos aguas que improvisa un frontón. Junto a ella nos encontramos con el mojón 16,617 (kilómetros que faltan para llegar a Santiago).

Delante, está el campo de la fiesta, y un palco de buena presencia. Cerca, un hórreo y casas. A pocos metros de la ermita llegamos hasta el último albergue de peregrinos del Camino antes de llegar a Santiago de Compostela.
Hoy descansaremos en una envidiable aldea rural lejos de cualquier agobio.

El moderno albergue de Outeiro (parroquia de San Pedro de Vilanova, Concello de Vedrá), se encuentra emplazado en un entorno rural envidiable y en una posición estratégica más que privilegiada, a tan solo 16 kilómetros de la catedral de Santiago.

El albergue es moderno y acogedor, pero algo alejado del pueblo. Está separado del pueblo por varios kilómetros, se nos hacía algo complicado el comprar alimentos para la cena, pero este pequeño problema nos lo solvento una publicidad que había en el panel de anuncios del albergue. Una tienda de alimentos nos suministró todo lo necesario para la comida, hicimos el pedido por teléfono y nos lo trajeron al albergue, todo un detalle por parte de estos atentos comerciantes.


¡¡ Mañana llegamos a Santiago!!