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OLIVA DE PLASENCIA - Albergues del Camino de la Vía de la Plata


Información actualizada: 1 de marzo de 2025

  Albergue Turístico San Blas  


- Abierto nueva gestión -
2021

- Dirección -
C/ Real, 2 - Oliva de Plasencia (Cáceres)

- Información / Reservas -
Tel.: +34 647 563450 (Paloma)


- Disponibilidad -
Abierto todo el año

- Acceso -
Peregrinos y turistas / Se admiten reservas

- Plazas -
16

- Precio por persona -
21 € (Desayuno incluido)

- Incluido en precio -
Alojamiento / Ropa de cama y toallas

- Propiedad -
Junta de Extremadura

- Gestión y mantenimiento -
Privado



- Características -
/ 4 habitaciones - Todas con camas individuales y baño privado /
/ Todas las habitaciones con aire acondicionado y calefacción /
/ Comedor con chimenea francesa /
/ Cocina totalmente equipada y de uso libre para el peregrino /

- Equipamiento -
Duchas e inodoros / Agua caliente / Tendedero / Calefacción / Lavadora (3 €) / Secadora (3€) / Posibilidad de acampar (€)

/ Cocina de uso libre con menaje y electrodomésticos / Lavadora / Secadora /
 / Calefacción y Aire acondicionado / Agua caliente / Taquillas individuales /
 / Botiquín / Tendedero /

- Horarios -
Apertura: 12.00 h. / Cierre: 22.00 h.

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- Distancia hasta el próximo albergue -

<<< 14,8 km >>>
Hostal Asturias

<<< 26,2 km >>>
Aldeanueva del Camino

<<< 36 km >>>
Baños de Montemayor

<<< 39 km >>>
Puerto de Béjar

<<< 48,5 km >>>
La Calzada de Béjar

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Buen Camino

La concha peregrina



LA CONCHA PEREGRINA
Una mano abierta al mundo


El aspecto del peregrino ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, desde la larga capucha, con una bolsa de piel sin ataduras, sandalias, bordón y calabaza, a atuendos deportivos donde los materiales sintéticos son los predominantes. La peregrinación a Santiago de Compostela ha cambiado mucho desde entonces, algunos defienden que ha progresado, otros que ha sucumbido a las exigencias de una sociedad cada vez más alejada de los valores cristianos y sus tradiciones.

Sea cual sea el sentido que se le quiera dar a la evolución de la Peregrinación a Santiago de Compostela, esta sin lugar a duda está más viva que nunca, los caminos son frecuentados por cientos de miles de almas peregrinas cada año.

Naturalmente la motivación que empuja a muchas personas al Camino de Santiago no es únicamente religiosos o espirituales, las hay de todo tipo, deportivos, culturales, una forma de descubrimiento interior o simple y llanamente, por turismo, pero en el fondo pienso que todas ellas cumplen un mismo objetivo, LA BÚSQUEDA de la FELICIDAD.

Pero todo esto no es nuevo, no es algo surgido de una tendencia, de una "moda", en la Edad Media también era muy recorrido, como ahora no todos lo hacían motivados por sus sentimientos piadosos y amor hacia Dios, también por otros motivos. La mayoría hacían el camino por una promesa en un momento de desesperación o enfermedad, muchos otros al igual que ahora con la esperanza de superar una vida que no les gustaba. Tampoco faltaban los que saltaban al Camino para huir de algo, o aquellos aventureros ansiosos por conocer nuevas gentes y lejanos horizontes. Otros, los peores sin embargo no iban motu proprio, sino obligados. Si, obligados por una pena o castigo judicial.
 



En la actualidad, todos utilizamos la concha de vieira en nuestro camino, la colgamos de nuestras mochilas desde el primer día, pero en la antigüedad no fue así. En aquel entonces la concha era tan solo portada por aquellos peregrinos que ya habían finalizado su peregrinación a Santiago de Compostela y que ya estaban de regreso a su lugar de procedencia.

Esta recibía el nombre de “Pecten Maximus” y simboliza la generosidad, una virtud que desde el momento en que había alcanzado el final del Camino, debería acompañarle el resto de sus días. En la concha de venera (vieira), se quiere ver una mano abierta, que simboliza la generosidad. Esta virtud también se alcanza hoy en día, ya que quién ha vivido la experiencia de ser peregrino a Santiago de Compostela nunca vuelve a ser el mismo, el CAMINO les cambió para siempre.

En aquel entonces fue tal la relevancia de esta concha en la peregrinación que hasta el mismo molusco terminó llamándose "vieira" por el razonable parecido entre la palabra venera y “vieiro” que significa camino en gallego.

Hay que remontarse hasta el «Códice Calixtino» la primera "guía" para peregrinos, donde se registra el significado de las conchas de vieira y por qué los peregrinos las llevaban en sus capas para mayor gloria del apóstol.


"Por lo mismo que los peregrinos que vienen de Jerusalén traen las palmas, así los que regresan del santuario de Santiago traen las conchas.

Pues bien, la palma significa el triunfo, la concha significa las obras buenas. Pues hay unos mariscos en el mar próximo a Santiago, a los que el vulgo llama vieiras, que tienen dos corazas, una por cada lado, entre las cuales, como entre dos tejuelas, se oculta un molusco parecido a una ostra. Tales conchas están labradas como los dedos de la mano y las llaman los provenzales nidulas y los franceses crusillas, y al regresar los peregrinos del santuario de Santiago las prenden en las capas para gloria del Apóstol, y en recuerdo de él y señal de tan largo viaje, las traen a su morada con gran regocijo. La especie de corazas con que el marisco se defiende, significan los dos preceptos de la caridad, con que quien debidamente los lleva debe defenderse, esto es: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.

Se cuenta que siempre que la melodía de la caracola de Santiago, que suelen llevar consigo los peregrinos, resuena en los oídos de las gentes, se aumenta en ellas la devoción de la fe, se rechazan lejos todas las insidias del enemigo; el fragor de las granizadas, la agitación de las borrascas, el ímpetu de las tempestades se suaviza en truenos de fiesta; los soplos de los vientos se contienen saludable y moderadamente; las fuerzas del aire se abaten."

Moralejo, S., C. Torres, y J. Feo. Liber Sancti Jacobi; Codex Calixtinus. Santiago de Compostela, 1951. Pp. 205-206 and???


Buen Camino

Etapa 24. Tábara - Santa Marta de Tera



Etapa con desniveles moderados. La jornada de hoy nos presenta dos variantes, por Bercianos de Valverde o por Villanueva de las Peras, las dos alternativas están señalizadas y con semejantes km, la primera Bercianos, carece de servicios para el peregrino, en Villanueva de las Peras podemos hacer parada, hay bar y albergue.
Al final de la jornada alcanzaremos uno de los hitos más importantes de este Camino jacobeo, la escultura en piedra de Santiago Peregrino, considerada la más antigua del santo con atuendos peregrinos.



Comenzamos la etapa junto a la Iglesia de Santa María, poco a poco nos iremos alejando del pueblo por una pista de tierra en dirección a un cruce que nos llevará a Santa Marta de Tera. No hay que despistarse y estar pendiente de las indicaciones hasta cruzar la vía del AVE. Avanzaremos por una cómoda pista de tierra entre bosques de encinas.

Encontraremos buena señalización, no tendremos dificultad alguna para seguir el recorrido, eso si, hay que procurar no perder las flechas amarillas de vista que hay muchos cruces de caminos.

A mitad de Camino...

Continuamos en descenso para coger un camino más estrecho, pero al poco tiempo volvemos a otra pista que nos lleva hasta el arroyo de Zamarrilla lo cruzamos por una pasarela de hormigón (Km 8,2 de la etapa). En unos 800 m llegamos hasta un cruce de caminos (Km 10 de la etapa). En este punto el camino nos da una vez más dos alternativas para continuar, si queremos continuar por Bercianos tenemos que tomar el camino de la derecha, en nuestro caso continuamos recto hacia Villanueva de las Peras, una pequeña población donde podemos hacer una parada para reponer fuerzas o incluso pernoctar, tiene albergue. Ambos trazados vuelven a unirse a la altura del arroyo Zamarrilla.

El Camino transita entre varios cruces de caminos, pero a todos ellos hacemos caso omiso y continuamos sin desviarnos el cruce de una carretera (Km 12 de la etapa), la ZA-120, nos conduce en kilómetro y medio hasta Villanueva de las Peras.





Entramos por la calle Arriba y continuamos por una empinada cuesta que nos lleva hasta la iglesia de la Asunción, junto a ella una placa de la Fundación Ramos Marcos que dice:

Villanueva de las Peras
PEREGRINO
"Este pueblo supera, con la verdad las apariencias, la nobleza de sus gentes, su historia día a día y los frutos del trabajo. Rebasan la villa, lo nuevo y las peras que con su nombre proclama. Y es un ejemplo de prudencia, Caminante, la prudencia es mesura entre nuestra verdad y la certeza del toro. La verdad no está en el nombre, está en el alma".

Esta monumental iglesia está consagrada a la Virgen de la Asunción, situada en lo alto de Villanueva de las Peras, su tonalidad contrasta con el resto del paisaje que la rodea, un hecho que hace que se pueda ver desde lejos. Destaca de su construcción el amplio arco de piedra sobre el que se asienta la escalera de acceso a una sencilla espadaña ubicada bajo el zaguán y de corte renacentista. El ábside del edificio es cuadrado y dispone de contrafuertes.



Esta población se sitúa en el Valle de Valverde, a orillas del Arroyo Castrón, cauce por el que fluye el agua durante todo el año. Nos encontramos en la comarca zamorana de Benavente y los Valles.
Este bonito pueblo tampoco escapa a los cambios, las nuevas construcciones de chalés, aquellos que escapan de las ciudades cautivados por la tranquilidad y belleza de lugares como este. Muchos vuelven a sus raíces, algunos han hecho de este lugar su residencia habitual, otros solo escapan atraídos por la paz que atesora la pequeña localidad.

En este pueblo el ritmo se hace pausado, reina la calma. La hermosa sencillez de algunas de sus casas le da un aspecto un tanto romántico, tentándonos a pasar un poco más de tiempo en él.

Es de agradecer la amabilidad de trato de sus gentes, en especial el recibido por la dueña del bar la Moña, que gentilmente ayuda en todo lo que puede al peregrino. Hace unos años era tan solo un pequeño bar, pero en la actualidad se ha convertido en todo un restaurante de referencia en la comarca.


Pero el Camino continua, hay que seguir adelante. Dejamos el pueblo por un tramo de la carretera ZA-120, desviándonos a la derecha por un camino señalizado. Pasamos junto a un campo de viñedos, a nuestra izquierda observamos sus tradicionales bodegas enclavadas en la tierra.

En unos cientos de metros giramos a la izquierda por un camino que nos lleva al paraje de El Tomillar un denso bosque de tomillo, jara y encinas.


El Camino nos hace pasar por un pequeño refugio realizado con ramas y troncos, continuamos recto rodeados de un denso bosque de tomillo, jara y encinas, este paisaje finaliza a la entrada de un valle cubierto con un hermoso manto verde.




En breve llegamos hasta una acequia de riego que sale a nuestro paso, junto a ella descansamos para refrescarnos un instante, próximo a la acequia hay una fuente donde aprovechamos para reponer el agua de nuestra botella.
Un lugareño que pasaba en su pequeña motocicleta paró a nuestro lado, nos saludó y amablemente nos ofreció una pieza de fruta que acababa de recolectar de sus campos, nos aconsejó proveernos del agua de la fuente, según él, estas aguas son de excelente calidad, todos los paisanos la toman. 

Cuando llevas tantas horas de camino, normalmente en soledad, el trato humano con los lugareños te llena de alegría, son uno de los momentos más gratificantes del Camino.




Santa Croya de Tera es una de las localidades más importantes de la comarca de Benavente, ciudad de la que distan escasos kilómetros. El río Tera marca el urbanismo de la localidad, ya que su paso por él ha hecho cambiar la fisonomía del pueblo. Sobre todo, después de que fuese canalizado y que ha posibilitado contar con un importante espacio para el esparcimiento y el descanso en la plaza que se encuentra frente a la Casa Consistorial.

Este lugar se debe según una de las tantas tradiciones, a unos pastores de Santa Marta de Tera. Venían todos los días con sus ganados a pastar a donde hoy se encuentra la actual población, llamada entonces Sainte Croix, por el convento de frailes que entonces había. Los pastores para evitar el desplazamiento diario se trasladaron definitivamente con sus familias. Según el Profesor Villasante de la Universidad de Santiago de Compostela, Santa Croya proviene de Santa Claudia. El llamarse de Tera es debido a su enclave junto al río Tera como le ocurre a otras muchas localidades de la vecindad.

Su iglesia parroquial es del siglo XVI como bien marca su pila bautismal, en ella encontraremos una hermosa talla de Santa María, esta del XV.


En 1672 se funda la Cofradía de la Vera Cruz cuya función principal es estar unidos todos sus miembros por la Iglesia, con obligación de asistir a los actos religiosos y de caridad.

En 1785 fueron reformados sus estatutos que son los que están vigentes. Constan de treinta y cinco capítulos. Sin número fijo de cofrades tiene los cargos visibles de Mayordomo, Juez y Procurador, elegidos solemnemente en Asamblea General o Cabildo.
Nota singular de esta institución religiosa son las multas, por no haber confesado o comulgado en el cumplimento pascual, faltas de respeto, riñas, etc. Cumpliéndose con libras de cera y nunca con dinero.

En 1972 se celebró el trescientos aniversario de la fundación de esta Cofradía, asistiendo a los actos conmemorativos el Señor Obispo de la Diócesis de Astorga.

En 1891, Santa Croya y Santa Marta se enfrentaron porque el primero quería la independencia, alcanzando la victoria en el camino.
También se dice existió un pueblo entre Santibáñez de Tera y Santa Cruz, en los llamados hoy Arrotos y que se denominó Santa Marina.
Se cuenta sobre la gente de este pueblo que eran avaros no guardando los días de precepto. Hubo por su maldad un castigo divino. Envió la Providencia una paloma anunciando el derrumbamiento del pueblo. Posándose la paloma en el campanario dijo:

"Santa Marina, dentro de un rato serás hundida produciéndose un cataclismo que lo arruino por completo. También cuenta la tradición que vino a desaparecer Santa Marina por los pecados de carne cometidos en el convento que allí existía".

Durante doscientos años aproximadamente, Santibáñez y Santa Croya se disputaron el terreno en donde estuvo enclavada Santa Marina y para concluir con el pleito, se tomó el acuerdo de fijar la línea divisoria de los términos desde el sitio en donde estuvo emplazada la Torre de Santa Marina.
En noviembre tiene lugar la festividad de San Cayetano, cantándose a esta imagen una Loa de cuarenta y tres estrofas, siendo las más antiguas del siglo XVI pues aluden al culto Eucarístico, al calvinismo y herejía protestante.

Su patrimonio artístico no eclipsa ni de lejos al de la lindante Santa Marta de Tera, que se vale únicamente de su iglesia para cerrar cualquier discusión, pero sin embargo es una localidad más grande que ofrece casi todos los servicios. En este pueblo, siempre de labradores, cada familia mantiene su propia bodega. La tierra arcillosa permitió excavarlas y, antaño una fuente de ingresos, hoy son un lugar de escape y cohesión donde se reúnen los vecinos. Algunas de ellas esconden todavía antiguos sistemas de prensado.


Entramos en Santa Croya por la calle Mayor que nos lleva hasta la plaza del Ayuntamiento y unas instalaciones deportivas. Continuamos por un bonito paseo ajardinado junto al río. 

Llegamos hasta el puente que cruza el río Tera, en unos minutos llegamos a Santa Marta de Tera, en su plaza se encuentra el ayuntamiento y cercano su albergue para peregrinos.










        

Localidad del municipio de Camarzana de Tera, situada en la comarca de Benavente y Los Valles, en la provincia de Zamora.
La localidad se halla en una pequeña elevación sobre la orilla izquierda del río Tera, que se domina perfectamente desde el templo.

En la Plaza Mayor se encuentra una iglesia románica construida en el siglo XI, la iglesia de Santa Marta.
La iglesia parroquial de Santa Marta de Tera perteneció a un antiguo monasterio. Es obra muy antigua, siglo XI, uno de los edificios más ancianos del románico español. Se sabe que por el año 1077 se estaba haciendo la iglesia, que perteneció a un monasterio de los muchos que surgieron en el Valle de Tera durante los s. IX y X y que quizás fuese el que aportara los restos anteriores al edificio actual. Este monasterio se organizaba siguiendo un modelo colegial, de ahí que sea Colegiata.
El edificio de la iglesia es lo única que queda de aquel monasterio que debió disolverse en el año 1209 cuando pasó a depender de la Diócesis Asturicense (Astorga), de la cual aún hoy es parte integrante. En el s. XVI se añadió en su hastial oeste un palacio de estilo renacentista, en el cual veraneaban los prelados asturicenses.

La Iglesia es de planta de cruz latina y cabecera rectangular, de herencia prerrománica. Acaso sea ésta la parte más atractiva gracias a las dos columnas que lo flaquean y a los tres ventanales que se abren en su muro.

Otro elemento valioso es su portada meridional, con tres arquivoltas de medio punto sobre dos parejas de columnas. En las enjutas aparecen dos grandes esculturas de bulto redondo colocadas posteriormente que representan a Santiago peregrino y San Pablo. La escultura de Santiago es la más antigua conocido del apóstol con los atuendos de peregrino.

La aparición de arcos de herradura y modillones mozárabes constatan la antigüedad del edificio. El rítmico juego de impostas ajedrezadas, contrafuertes y ventanales ofrecen una imagen sencilla y armónica.

Colegiata de Santa María

Palacio Episcopal







El fenómeno equinoccial

En su interior se produce un fenómeno equinoccial los días, 21 de marzo y 23 de septiembre, y tres días antes y después.
El sol penetra en la iglesia a primera hora de la mañana a través del óculo de la cabecera y el rayo ilumina durante unos minutos el capitel historiado situado a la izquierda del ábside.

El haz de luz incide primero sobre uno de los ángeles que sostienen la imagen de la Virgen en una mandorla; después ilumina la imagen central, posteriormente el otro de los ángeles y hacia las diez de la mañana, a las 7.55, hora solar, ilumina la totalidad del capitel, que simbólicamente representa a Santa Marta elevada al cielo por los ángeles.