Vía de la Plata / Etapa 4. Almaden de la Plata - Monesterio


Información actualizada: 17 de mayo de 2023

Comenzamos a dar nuestros primeros pasos tomando como punto de partida la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia, entre naranjos seguimos las flechas amarillas por la plaza del Reloj, continuamos por calle Coso, viramos a la derecha y subimos hasta la plaza de toros. Un buen momento para echar una vista atrás para despedirnos de esta encantadora villa blanca de la serranía sevillana.

Caminamos entre "plantaciones" de placas solares, en leve descenso nos acercamos hasta la primera cancela de la jornada que nos abre la puerta a un hermoso entorno adehesado. Tras unos dos kilómetros llegamos hasta la Finca La Postura, una hermosa hacienda que dejamos atrás por un pequeño puente. Tras unos 150 metros llegamos a una bifurcación, tomamos un sendero a la izquierda que nos lleva en descenso hasta el arroyo de la Víbora, lo cruzamos sin dificultad. Nos dirigimos hacia un cercano monolito de granito de La Vía de la Plata, su presencia nos confirma que vamos en dirección correcta. 




El perfil del terreno se va tornando más suave dentro de un bonito entorno adehesado. Pasamos por varias fincas con un nutrido número de animales de granja. En un par de kilómetros aproximadamente una fuerte bajada nos lleva hasta el arroyo de la Huerta del Corcho que vierte sus aguas en Rivera del Cala, el punto más bajo de la jornada. (Km. 7 de la etapa). 







A partir de este momento el camino va en continuo ascenso, alguno tramo con pronunciado desnivel.

Pero de nada tenemos que preocuparnos, la flecha amarilla pintada por peregrinos voluntarios nos acompaña en todo momento, su presencia nos tranquiliza, no da seguridad y el ánimo suficiente para seguir adelante.

Tras una cancela comienza el descenso, corto, pero algo abrupto. Abajo nos espera otra cancela (Km 9,4 de la etapa), que nos da paso a una pista ancha de tierra, el camino viejo de Almadén o de Los Bonales, por el que caminaremos hasta El Real de la Jara, a 4 km.










Entramos en la última población de la provincia de Sevilla por la calle Pablo Picasso, donde se ubica "El alojamiento del peregrino", albergue de gestión privada. (Km 13,5 de la etapa). 

La población cuenta con dos alojamientos más para peregrinos, los encontraremos en la Calle Real, en pleno camino. El municipal es un albergue "Casa del Cura" estrenado en 2023, con todas las comodidades para el peregrino. Unos metros más adelante otro alojamiento "Casa Molina", como el primero de gestión privada.

Quizás los catorce kilómetros de subidas y bajadas sean suficientes para algunos y prefieran dividir la etapa en dos, haciendo noche en el Real de la Jara para afrontar los últimos 20 km hasta Monesterio al día siguiente.

Aquellos que decidan completar la etapa es aconsejable reponer fuerzas y rellenar las botellas de agua. El tramo que se nos presenta es mucho menos exigente, caminaremos por una ancha pista de tierra entre dehesas, con poca sombra. Al final de la etapa se sube al Puerto de la Cruz, último repecho antes de llegar a Monesterio.




El Real de la Jara es el último municipio de la provincia de Sevilla en nuestro Camino por La Vía de la Plata. Está situado en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. en los límites con las provincias de Huelva y Badajoz.

En la actualidad su economía se basa en la ganadería, principalmente la cría del cerdo ibérico de bellota, también hay ganadería a vacuna, lanar y caprina, a partir de las cuales se levantan industrias alimentarias como: queso, leche, carne, chacina, etc. Además, se asocia, la explotación de la Mina de Cobre-Níquel, de Aguablanca, la extracción de corcho y la miel.

Sus orígenes deben remontarse a tiempos de la dominación romana, pero es hasta el medievo cuando cobra importancia, gracias a su estratégica situación. Despoblada durante la dominación goda, no reaparece en la historia hasta la musulmana en cuyo tiempo y en la época de los almohades, en el 1148, tuvo gran importancia, emancipándose del Califato de Córdoba.

En el siglo XIII fue conquistada y repoblada por los Caballeros de Santiago, a las órdenes de San Fernando.

Cuenta la leyenda que lograron vencer al ser guiados por un ciervo que los llevó hasta el centro más débil de la muralla del castillo.
A mediados del siglo XIV, Alfonso XI acampó aquí con sus tropas antes de emprender la Batalla del Salado, un hecho que podría explicar el topónimo de “El Real”, ya que los lugares que eran testigos de estas estancias reales adquirían dicho privilegio. No obstante, esto queda justificado cuando los Reyes Católicos agradecidos al pueblo de sus servicios y le conceden Fuero Real, por su fidelidad en las disidencias civiles del siglo XV y por el envío de milicias en 1.498 a la lucha contra los moros de Granada.

Continuamos el Camino por la calle Real, nos guiarán los azulejos de la Vía de la Plata, en el número 70 encontraremos otro de sus alojamientos para peregrinos, el Alojamiento Molina, el tercero de la localidad. Viramos a la izquierda para visitar la iglesia se San Bartolomé, (Km 14,2 de la etapa),


Iglesia de San Bartolomé

De estilo mudéjar, su estructura original data del siglo XV. En su interior hay obras del Siglo XVIII, entre ellas el cuadro de “Las Ánimas” atribuido a Francisco de Zurbarán (Visitas en horas de culto).

La iglesia ha sido ampliada, en dos fases: la primera en el siglo XVI, y la segunda en el XVIII. En el interior se conservan diversas obras de este mismo siglo XVIII, entre las que se encuentran el retablo mayor, de estilo barroco. Sobre el retablo existe el cuadro de las «Las Ánimas», atribuido al pintor Francisco de Zurbarán.

En el baptisterio se encuentra otra obra pictórica, «El Bautismo de San Juan», que ya se halla inventariada en 1721.

En la capilla de la cabecera se conserva una escultura de la «Virgen del Carmen», de candelero, del siglo XVIII, así como las imágenes del s.XIX de «Jesús Nazareno» y de la «Dolorosa».

La construcción de la Iglesia tiene improntas de mudéjar tardío, habiendo recibido posterior mente numerosos retoques tras los acusados deterioros de su general estructura, por lo que hoy día apenas puede adivinarse su antigua y primitiva traza. Durante la II república, acontece el descalabro más importante que sufre este edificio como consecuencia del bárbaro ataque que se inicia contra los templos religiosos.



Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios

Antigua ermita cristiana, construida en Honor a la patrona del municipio, Nuestra Señora de los Remedios. Mantiene gran parte de la construcción original de Mezquita Árabe ya que aún conserva el antiguo Mihrab. Cuenta la Leyendas que, en el siglo XVIII, se manifestó la Virgen en la Ermita a Carmen Marcos, quién cuidaba de la misma.


El Castillo Medieval

Construido ya avanzado el siglo XIV. De estilo mudéjar, conserva la base de su muralla completa, hoy restaurada. (Acceso libre)


Museo de Ciencias Naturales

Contiene una importante muestra de restos arqueológicos extraídos en diferentes excavaciones del Castillo, así como interesantes hallazgos particulares. También podemos encontrar una variada colección de animales autóctonos de la zona, disecados por el taxidermista de la localidad, Rafael Díaz (C/. Cervantes, s/n. Torre del Reloj).

Salimos de la localidad por la Calle José María Pedrero, en el extremo norte del pueblo. En tan sólo un kilómetro llegamos hasta el vado del Arroyo de la Víbora, (Km 15 de la etapa)Si no lleva agua no plantea problema, pero si las lluvias nos dan una crecida no habrá más remedio que descalzarse y cruzarlo con cuidado.

El arroyo hace en este punto de frontera natural entre Andalucía y Extremadura, la bienvenida a la provincia de Badajoz nos la hace las ruinas del Castillo de las Torres, un Castillejo cristiano, de los Siglos XIII o XIV. Fue reforzado con el tiempo con dos torreones en las esquinas que justifican su nombre de “Las Torres del Real”. Fue estructurado para el apoyo y la protección de los viandantes de entonces.

En tierras de Extremadura la señalética jacobea es muy singular, hace referencia a su historia romana representada en sus cubos de granito con el grabado del arco de Cáparra, símbolo del Camino por Extremadura. En uno de sus lados suele haber azulejos, cuando es de color verde azulado simboliza que caminamos sobre la antigua calzada romana, cuando su color es amarillo que lo hacemos por el trazado oficial del Camino de Santiago. En algunos casos encontraremos azulejos de ambos colores, informando que caminamos sobre la calzada romana y a la vez por el trazado del Camino de Santiago. Recientemente se han colocado azulejos con concha y flecha amarilla, una iniciativa muy acertada ya que dichos cubos carecían de motivos jacobeos.

Los siguientes kilómetros avanzan por una ancha y cómoda pista. rodeada de dehesa. Si caminamos en época estival, cuidado en este tramo, apenas encontraremos sombra donde cobijarnos.

La dehesa dará paso a extensos campos de cultivos y a algunos arroyos, el más destacable es el del Culebrín que aparecerá cuando estemos cercanos a un edificio cuyo diseño llamará nuestra atención, la ermita de San Isidro (Km 25,1 de la etapa). Doscientos metros más adelante se acaba la cómoda pista y llegamos a la carretera N-630, pero no será por mucho tiempo. 




A pocos metros y a nuestra derecha está el Complejo Leo (un gran complejo para viajeros) entre sus múltiples servicios cuenta con bar y restaurante.

En este punto hay que tener cuidado ya que entramos en un nudo de comunicaciones. Tras llegar a una gran rotonda las flechas amarillas nos marcan continuar por en el arcén de la N-630 que pasa bajo la autovía. A pocos metros las indicaciones nos dirigen hacia las ruinas de la antigua ermita de San Isidro. (Km 26 de la etapa).

Continuamos por el sendero que se adentra por una ladea arbolada paralela a la carretera. Tras unos dos kilómetros y medio el sendero nos devuelve a la carretera N-630, tras 400 m llegamos a un paso bajo la autovía (Km 29 de la etapa)


B ajamos hacia una pista asfaltada. Tras pasar junto al Camping Tentudía la pista se convierte en un ascenso constante que nos lleva tras un último repecho a coronar el Puerto de la Cruz (Km 32,3 de la etapa).

Las cruces son la materialización de la devoción popular a la Santa Cruz, que aprovecha los restos paganos de la romanidad. Su base está construida con ladrillos y con unos peldaños que ascienden hasta la cruz, clavada en una columna romana de mármol azul.

Arriba encontramos un área recreativa que nos lleva a una glorieta próxima, en ella una escultura simboliza la riqueza de esta comarca, entramos Monesterio "la ciudad del Jamón".

Monesterio es uno de esos preciosos pueblos de Badajoz que surgió y se desarrolló junto a la antigua Vía de la Plata, y que hoy en día ha convertido el jamón ibérico en su producto más emblemático.

La localidad está rodeada de dehesas cuajadas de encinas, donde los productos derivados del cerdo ibérico se han convertido en toda una referencia a nivel internacional. Todo lo relacionado con el cerdo y con el jamón nos lo cuentan y muestran en el Museo del Jamón Ibérico de Monesterio.


Entramos por la avenida de Extremadura, tras llegar a una glorieta encontramos el Museo del Jamón. Tras llegar al número 218 encontramos uno de los albergues de la localidad, en este caso el parroquial. A pocos metros se encuentra la desviación hacia el otro albergue de la localidad, el municipal de Las Moreras (a unos 800 metros).

Damos por concluido nuestra etapa de hoy tras presentarnos en la Parroquia de San Pedro Apóstol, situada en la plaza del Pueblo y la pequeña plaza del Mercado (Km 34,9 de la etapa).




Su origen se atribuye al monasterio de Santa María de Tentudía, que hoy resguarda importantes retablos. Dicho monasterio se encuentra emplazado en la cima más alta de la provincia de Badajoz, a 1.104 metros de altitud, distante unos 9 km de Monesterio y fuera de la ruta.

Donde culminan las llamadas Cuestas de Culebrín, se cobró derecho de portazgo hasta mediados del siglo XIX. Durante varios siglos este monasterio fue una Encomienda de la Orden de Santiago.

Existen en el término municipal de Monesterio, dos dólmenes situados en la finca La Cabra. Se trata de dos enterramientos megalíticos cifrados en más de 5.000 años de antigüedad. Posteriormente, el núcleo monesteriense debió formar parte de lo que hoy se denomina la Beturia Céltica, un amplio territorio al sureste del Guadiana, en la provincia de Badajoz.

En la época de la dominación romana, Monesterio sería la Curiga, (la primera mansión romana de la Vía de la Plata) según Plinio y Ptolomeo y que ha sido citada en el Itinerario de Antonino, convirtiéndose en un importante enclave ligado al tránsito de la "Vía de la Plata".

La Curiga romana estaba integrada en la provincia Bética, perteneciendo al "conventus hispalensis". De la importancia de Curiga en esta época da cuenta el hecho de que llegaría a tener como tributarios a Contributa Iula Ugultunia (probablemente, la actual Medina de las Torres) y dos "pagi" o aldeas, los pagos Traslucano y Suburbano, delimitando los espacios entre la Beturia y la Bética, y más tarde de esta con la Lusitania.

Durante la dominación musulmana de la península, Monesterio ve ligada su suerte a los avatares de aquellos siglos y sería durante el siglo XIII, periodo de la "Conquista de Sevilla" por parte cristiana, cuando quedaría definitivamente en manos cristianas. De entonces le viene el origen de la población actual al establecerse aquí la Orden de Santiago y con ella su Maestre Don Pelayo Pérez Correa. Después del suceso de la batalla de Tentudía, la población quedó establecida como Encomienda de la Orden. Esta situación duró hasta el siglo XVI que es cuando el rey Felipe II la enajena como villa de Señorío en favor de la ciudad de Sevilla.


Iglesia de San Pedro Apóstol

La iglesia fortificada de San Pedro Apóstol es un templo de estilo gótico-mudéjar y renacentista, del siglo XV se conocen las primeras noticias escritas sobre la misma.

Primitivamente se construyó siguiendo el modelo de planta basilical dividida en tres naves, éstas se materializaban mediante una serie de arcos. La prolongación de la nave central dio lugar al presbiterio o altar mayor. En aquel entonces, el altar mayor y la antigua sacristía eran las únicas abovedadas, mientras que el cuerpo de la iglesia era de simple techumbre de madera. Así, el altar mayor destaca por la majestuosa bóveda de crucería de tradición gótica; en cambio, modelo más sencillo se ensaya en la sacristía vieja. En la construcción se utilizaron todo tipo de materiales, destacando algunos restos romanos –columnas, sillares almohadillados y lisos, cornisas- que se reaprovecharon.

En el siglo XVI se rematan algunas de sus partes, instalándose en una torrecilla el reloj de la villa, de titularidad concejil, y que tuvo entrada propia por la plaza. A mediados de este siglo se instaló un retablo en el altar mayor consagrado a san Pedro compuesto por doce lienzos, y una imagen del titular de bulto y dorada. Este retablo fue sustituido, a mediados del XIX, por otro procedente de un convento desamortizado de Llerena. Éste último era un retablo manierista ejecutado en 1639 por el maestro ensamblador de Sevilla, Jerónimo Velázquez, colaborador en algunos trabajos de Zurbarán, y que algunos investigadores afirman que es hermano de Pedro Díaz de Villanueva, primer maestro del genial pintor.

En el siglo XVII, parte de la parroquia es remodelada, desapareciendo el gusto basilical y la techumbre, sustituida ésta por una gran bóveda de cañón con lunetos en los laterales. De principios del siglo XVIII es la capilla del Rosario, con la gran cúpula sustentada por pechinas, y que sirvió como lugar de enterramiento para sus fundadores. Esa capilla acogía una interesante representación de la Sagrada Familia, con figuras en tamaño natural con las manos y las cabezas fabricadas en plomo.

Por desgracia este templo no se libró de los bárbaros ataque contra templos religiosos durante la II República, en 1936 fue incendiada y destruida. Lo que no consiguieron destruir fue la devoción popular que devolvió interesantes representaciones que son las que hoy forman los pasos de Semana Santa, que tanta importancia han adquirido en los últimos años. En la década de 1940, en el proceso de rehabilitación de esta, el pintor Eduardo Acosta Palop decoró las pechinas y la cúpula del Sagrario –los cuatro evangelistas sostienen las escenas del Triunfo de la Eucaristía-; además por encargo de Felipe Sayago Mejías, realizó los azulejos que se pueden admirar en la capilla del Crucificado. También participó en la decoración de algunas capillas el pintor, también hijo del pueblo, Antonio Pérez-Carrasco Megía. Por mediación del pintor Acosta, el prestigioso escultor imaginero sevillano Echegoyán realizó algunas de las imágenes –incluida la imagen de san Isidro-, siguiendo el encargo de varios donantes vecinos. En la platería de la Iglesia se conserva la Cruz Procesional, ejecutado por el maestro de la Escuela Sevillana Francisco de Alfaro, en 1597. 

Fuentes: Ayuntamiento de El Real de la Jara y Ayuntamiento de Monesterio


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Poblaciones con alojamientos

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Fuente de Cantos

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Puebla de Sancho Pérez

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Zafra

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Buen Camino



3 comentarios:

Beatriz Vicente Pecino dijo...

Que belleza de etapa, las fotografias, ilustrado por un texto extraordinario, de datos documentales, culturales, es una gozada leerlos, estoy feliz de la pagina Via de la Plata y del blog, por todo lo que estoy aprendiendo. Emhorabuena por la riqueza de su contenido.

Antonio Retamosa dijo...

Por desgracia no puedo dedicarle el tiempo que quisiera, pero tus palabras me animan a seguir adelante. Muchas gracias, eres muy generosa.

Unknown dijo...

Aquí en Melbourne Australia sigo tus pasos. Este blog es extraordinario. Me encantan tus fotos y tu manera de describir la etapa. Hay mucha información relevante y clara. Muchísimos gracias por tu trabajo. No es fácil encontrar tiempo para escribir después de un día largo caminando. Me gustaría compartir la página con amigos pero por desgracia no tengo muchos que puedan leer en español. Buen camino. :)