El Camino de la Plata en verano  

Temperaturas elevadas, alto riesgo de sufrir golpe de calor.

       En época estival ser peregrino en el Camino de la Plata exige estar hecho de una pasta especial; las largas distancias, el exceso de horas bajo el sol, la falta de sombra, las escasas fuentes de agua, la soledad y la amenaza constante de olas de calor hacen que este Camino sea especialmente duro.

Si se desea vivir este camino en verano sin riesgos excesivos lo primero es comenzar adoptando nuevos hábitos, hidratarse bien a diario es muy importante.

La ropa tiene especial importancia, ha de facilitar la transpiración, siempre ropa clara, de algodón a ser posible. Imprescindible llevar también un buen sombrero de ala ancha. La protección solar siempre a mano, imprescindible.

La alimentación también es un factor muy relevante si queremos sobrellevar las altas temperaturas, que sea fresca y ligera, a ser posible con abundancia de alimentos vegetales naturales crudos (ensaladas, frutas y verduras), hay que evitar en lo posible las comidas grasas.

La aclimatación al calor es otro de los puntos importantes, al hacerlo gradualmente acostumbramos al cuerpo a los cambios de temperatura.

En verano este Camino Jacobeo no sufre de aglomeraciones, por lo que el reloj mejor dejarlo en casa. Los albergues apenas tienen ocupación, por lo que tendrás el alojamiento asegurado.