Vía de la Plata / Etapa 11. Alcuéscar - Valdesalor



Información actualizada 27 de julio de 2022


Con las primeras luces del día nos despedimos agradecidos de la acogida prestada por los hospitaleros voluntarios y la Comunidad Religiosa de los Esclavos de María y de los Pobres. Desgraciadamente uno de los pocos lugares de acogida cristiana de este Camino jacobeo.

La salida de hoy es fácil porque el albergue está a las afueras. El crucero situado junto a la entrada al recinto será nuestro km cero de hoy, junto a él rogamos al Santo Apóstol que nos guie y proteja en nuestro camino de hoy.
Salimos de la población por la Avenida de la Constitución (la calle que baja del pueblo). Tras pasar el polideportivo el asfalto da paso a una pista de tierra, en muy buen estado. Nos aguardan 8 kilómetros de soledad por este sendero que atraviesa un extenso olivar que poco a poco da paso a una hermosa dehesa.



Tomamos como kilómetro cero el final de la jornada de ayer, la iglesia de la Asunción. Salimos de la población por la avenida de la Constitución (la calle que baja del pueblo), que tras unos 300 m deriva en una pista de tierra en muy buen estado. Por delante tenemos unos 8 kilómetros de soledad por un sendero que atraviesa un extenso campo de olivos que poco a poco va dando paso a un terreno adehesado. Si comenzamos antes del amanecer merece mucho la pena echar una vista atrás, parar un instante y contemplar un hermoso amanecer...
¡ Ayyy los amaneceres del Camino, que hermosos que son!

Caminamos por un camino milenario, un camino que tiene sus antecedentes en la Edad del Hierro y que servía para traslado hacia el Sur de los pueblos celtas y también para subir por esta zona los productos tartésicos y griegos.
Este mismo camino por el que transitamos hoy formaba parte de la antigua vía XXIV del Itinerario de Antonino, la Item ab Emerita CaesarAugustam, que unía en este tramo la ciudad de Emerita Augusta con la “mansio Ad Sorores” que constituía un asentamiento romano situado a unas 26 millas al norte de Emérita, que se corresponde con la actual Casas de Don Antonio, población que visitaremos en el día de hoy.

La "Calzada de la Plata" dentro de la red viaria romana de la Península Ibérica era el eje principal que enlazaba, a través del oeste de la Meseta, las romanizadas regiones del sur con las ricas zonas del noroeste, al tiempo que sirve de punto de partida de una serie de ejes que, en sentido perpendicular, van a alcanzar las zonas orientales de la Hispania.  

Hoy nuestro camino nos regala los primeros miliarios, columnas cilíndricas que encontraremos colocadas en el borde de la calzada o mimetizados entre las piedras de muros de fincas y que llevaban inscripciones grabadas.
Los miliarios señalizaban las distancias, cada mil passus (pasos dobles romanos) es decir, cada milla romana, lo que equivale a una distancia de aproximadamente 1.480 metros.

Los miliarios eran indispensables para orientar e informar a quienes transitaban por las rutas, bien a pie, a caballo o en carro.

El conjunto de miliarios documentados de la vía de Plata se compone de 189 piedras de señalización. Muchos de los miliarios son encontrados hoy en día in situ, pero son más abundantes aquellos que han sido remplazados de su lugar original.

En los miliarios venían grabadas unas letras que indican su situación y la milla donde estaba ubicado dicho miliario. De esta forma los romanos se guiaban en sus desplazamientos.




La Vía de la Plata extremeña nos ofrece una notable cantidad de elementos que dan fe de su ajada importancia. Tras casi 8 km cruzamos el río Ayuela por un coqueto puente de unos 36 m de longitud, algunos suelen conocerlo como el puente romano, pero en realidad su origen es medieval. 
En el entorno se conservan interesantes elementos de interés etnográfico, como un lavadero, un pozo y un molino, que tanto abundaban en la zona.

Durante la época romana, cuando la Vía de la Plata estuvo en su apogeo, se construyó cerca de esta ubicación un puente para salvar el río. Los sillares del puente romano original han aparecido cerca de una zona cercana a la N-630. Apenas quedan restos de él, lo mismo que de la mansio Ad Sorores.
Con el transcurso de los siglos este camino y por lo tanto este vado caen en el olvido y en la ruina. No se recupera hasta la Baja Edad Media, cuando los caballeros de la Orden de Santiago construyen el puente actual para garantizar las comunicaciones en sus amplios dominios reconquistados. 



Una vez cruzado el puente, (Km 7,8 de la etapa) las flechas amarillas nos indican desviarnos a la izquierda por la carretera. No sabemos el por qué, pero no alcanzamos a entender algunos criterios a la hora de señalizar el Camino. Nosotros sin dudarlos dos veces nos adentramos en la pintoresca villa de Casas de Don Antonio. Pienso que al camino venimos a sumar pasos y no a restarlos, algunos atajos que te evitan pasos no tienen sentido.
Esta pequeña y modesta población un casco antiguo que ha sabido conservar un nutrido y variado conjunto de valores urbanísticos y patrimoniales que supera lo estrictamente local, teniendo especial protagonismo por haber sido la sede de una de las mansio más importantes de la época romana, en plena Vía de la Plata.
La Villa de Casas de Don Antonio está situada en la mansión de Ad Sorores, más concretamente en la dehesa de Santiago de Bencáliz, a 1500 metros al Norte de la población.  Ad Sorores era la primera mansio de la vía XXIV del Itinerario Antonino, el primer asentamiento romano al Norte de Emérita, a unas 26 millas. 

Las vías romanas importantes no las conocemos hasta que, en torno al 217 d. C, se redacte el Itinerario de Antonino (Itinerarium Provinciarum Antonini Augusti) al que podemos considerar como un libro de carreteras actuales. Tiene su origen en época de Antonino Pío y sufrió algunos cambios en época de Diocleciano. En él se indica el número de vías romanas importantes de Hispania, así como los lugares, mansiones, por los que pasaba y la distancia entre ellos.

La historia nos cuenta que el municipio actual fue fundado por la Orden de Santiago en los Cortijos o Casas de un caballero de nombre Antonio, de donde le quedó el nombre de Las Casas de Don Antonio, año 1290, reinando el señor don Sancho IV. Fue aldea de Montánchez. El rey Carlos III, le concedió el privilegio de Villa, un 24 de septiembre de 1769.

La vida es tranquila en las calles de esta pequeña población, sus vecinos son especialmente amables, sus casas están construidas con los materiales característicos de la zona a base de mampostería de pizarra, aunque también podemos apreciar piedras de cantería y ladrillo, sobre todo, enmarcando las puertas y ventanas.

En su Plaza Mayor, se alza un artístico crucero de granito, de finales del s. XVI. Cruceros como este son una de las manifestaciones más genuinas de la arquitectura popular cacereña.
Camino de la iglesia, en la Plaza de España, frente al ayuntamiento hay un Rollo o Picota sobre tres escalones circulares, conocido en la población popularmente como “La Cruz de la Horca”, símbolo de la jurisdicción. Tristemente eran levantados en los villazgos y servían para los ajusticiamientos públicos.

Su iglesia está consagrada a Ntra. Sra. de la Asunción, una obra de finales del s. XV, su torre de principios del s. XVI. En su interior encontramos un interesante púlpito, varios retablos barrocos, un curioso cuadro en el coro que representa al obispo Pavón, una imagen del Apóstol Santiago a caballo y una meritoria imagen de la Virgen de la Asunción.



Fiestas                                                         


Romería de Santiago de Vencáliz

En la mañana del 1 de mayo se celebra una bonita procesión hasta la finca de Santiago de Vencáliz, que se sitúa a mitad de camino con la vecina localidad de Aldea de Cano por la N-630. Los peregrinos que pasen esta fecha verán como romeros portan la imagen de Santiago a caballo.
Días previos a la romería se elaboran unos dulces típicos, los BOLLOS DE SANTIAGO, FLORES Y ROSQUILLAS.

A la salida de la población nos encontramos con la Ermita del Pilar, una nave barroca de cuatro tramos, de los siglos XVI al XVIII. Una nave con cuatro tramos, sus muros son de mampostería y sillares. La puerta lateral presenta arco de medio punto y la de los pies es de factura sencilla, con pequeño pórtico avanzado y arco apuntado. Sobre su cúpula presenta una linterna. La torre del campanario, a los pies, en el lado del evangelio, lleva bóveda restaurada en los años cincuenta, el atrio pórtico lo fue en los años sesenta.
Junto a la carretera nos encontramos con una bonita fuente de agua en la que podemos llenar aumentar reservas, las vamos a necesitar. 


La carretera nos lleva hasta el cruce con la carretera Nacional, aunque realmente no iremos por su arcén, sino por un carril en paralelo por la derecha. Pronto unos cubos de granito nos indican el miliario XXVI (Km 9,9 de la etapa) lo encontraremos a nuestra derecha, formando parte de una cerca. No conserva la base y está muy desgastado por la erosión. El lugar de su emplazamiento corresponde al de la milla XXVI de la calzada, donde se localiza la mansio Ad Sorores, probablemente en las proximidades del actual km 579 de la carretera N-630.

Un kilómetro más adelante llegamos hasta la verja de entrada de la Dehesa Santiago de Bencáliz, donde se encuentra la Casa Fuerte de Santiago de Bencáliz, obra de los ss. XVII-XVIII. El miliario de la milla XXVII se encuentra sirve de columna en el portal de la casa de la dehesa. 

Dos filas de eucaliptos se adentran hacia la finca en un pasillo vegetal de unos 500 metros de longitud, que conduce a una magnífica casa-fuerte bajomedieval, ampliada y reformada en el siglo XVI.

Al norte de la casa fortificada, próxima al pequeño embalse de Nogales, se alza la ermita de Santiago (ruinas). Para edificar la capilla, los constructores no fueron a buscar piedra a un lugar alejado, el inmueble se asienta sobre la villa romana, simplemente desmantelaron parcialmente algunas de sus estructuras y cimentaron sobre ellas. Durante los años 70’ del siglo XX, el profesor Enrique Cerrillo realizó dos campañas de excavación arqueológica en el lugar, campañas que, desgraciadamente, no pudo continuar dada la negativa de los propietarios de la finca a que prosiguiera la investigación. 

Tanto el palacete como las ruinas de la ermita están en propiedad privada, por lo que no son visitables.

Continuando nuestro camino localizamos otro miliario, que todavía se alza, altanero a la vista de todos, junto a la calzada, se trata del miliario XXVIII (km 11,3 de la etapa). Está situado en su ubicación original (conocido como "Correo", por la abertura que tiene, se usaba para dejar la correspondencia de la cercana casa de Santiago Bencáliz).




Los miliarios señalizaban las distancias de la calzada romana. La Vía de la Plata toma presuntamente su nombre actual de una castellanización del nombre que los andalusíes dieron siglos más tarde a este vial, al que denominaron "al-Balat" (el camino empedrado).
Aunque el origen de esta ruta es anterior a la llegada de Roma a la Península, sería en época de Augusto cuando el camino se somete a su verdadera consolidación, terminándose las obras de la calzada durante el siglo II d. C. bajo los mandatos de los emperadores Trajano y Adriano. Fue tal el auge de esta, que los cerca de 470 kilómetros iniciales que unía Astúrica Augusta (Astorga) con Emérita Augusta (Mérida), se ampliaron con el tiempo hacia el Sur, llegando hasta Itálica e Hispalis (Sevilla) a través de la "Iter ab Hostio Emeritam Uxue Fluminis Anae".


Llegamos hasta una zona de descanso junto al puente de Santiago de Bencáliz, que cruza el Arroyo de la Zafra (Km 12,4 de la etapa). 
Servía para salvar el cauce del ahora sediento, arroyo de Santiago. Aunque en la zona lo consideran romano, como casi siempre, no lo es. El actual puente es de factura bajo medieval, construido bajo el auspicio de los caballeros de la Orden de Santiago. En general se encuentra en muy buen estado de conservación.



A unos doscientos metros llegamos hasta la carretera N-630. Al cruzarla y a tan solo unos metros volvemos a encontrarnos con otro miliario, en este caso el XXX. Se encuentra a la izquierda, a unos metros del camino.


Tras un kilómetro y medio aproximadamente llegamos a un arroyo, el del Vendinar, si lleva agua se puede cruzar sin mayor dificultad sobre unos bloques de granito. Tras unos 700 metros llegamos al cruce que lleva a Aldea de Cano (Km. 14,8 de la etapa)

Aldea de Cano es una población con todos los servicios, incluido albergue. Está cercana, a unos 500 m, quizás sea esta una buena ocasión para hacer una parada en el camino, el final de la jornada aún se encuentra lejana, a unos 11 km.

En la entrada de la población encontraremos un bar-restaurante donde reponer fuerzas, el albergue se encuentra junto a él.

Localidad con todos los servicios para un peregrino, albergue, bar-restaurante, farmacia, tiendas e incluso una casa rural para los más exigentes.

Merece la pena destacar su iglesia parroquial, la de San Martín de Tours, patrón del pueblo. Fue construida con mampostería y sillería a finales del siglo XV y principios del XVI. Su torre es de planta cuadrada con abundante decoración de bolas que nos marcan la procedencia portuguesa de sus canteros. En su interior hay varios retablos de estilo barroco y rococó, el más importante de ellos es el retablo mayor que data del siglo XVII y donde se ubica el Patrón.

Otros lugares de interés
El Convento de Angelita Llorens, la Ermita de la Virgen de los Remedios, la Casa del cura y el Ayuntamiento Palacio de los Excmos. Marqueses Martín Borrego, construido en el s. XVI.



Continuamos recto y en unos 600 m cruzamos la CC-71, carretera que procede de Aldea del Cano. Un kilómetro más adelante llegamos a un paso subterráneo que salva la autovía y nos adentra en la dehesa (Km 16,5 de la etapa)


Tras pasar el Arroyo del Molinillo, a unos 100 m y tumbado en la dehesa se encuentra el miliario XXXII. (Km. 17,2 de la etapa). Acto seguido llegamos a un paso canadiense, durante el próximo kilómetro vendrá un ligero repecho con su consiguiente bajada para volver a cruzar otro curso de agua, el arroyo de la Cigorova.



El camino transita por las Dehesas del Garabato de arriba y de la Falsa que nos lleva por esta última hasta la pista del Aeródromo de La Cervera, donde practican sus vuelos los socios del Aeroclub Cáceres. Según reza en un cartel la prohibición de paso no afecta a los peregrinos. (Km. 20,2 de la etapa).


Aún nos queda un tramo de algo más de 6 km para logra nuestro objetivo de hoy, la población de Valdesalor. En los duros meses de verano donde el calor aprieta a lo lindo, este tramo puede llegar a resultarnos especialmente duro, no encontraremos sombra alguna donde cobijarnos.

Algo más de trazado ondulado entre retamas y una larga bajada que nos lleva hasta el puente viejo que salva el río Salor, el de La Mocha (Km 24,7 de la etapa).

Aunque muchos se empeñan en considerarlo un puente romano, no lo es. Posiblemente lo que vemos se construyó sobre uno de esa época, ya que su emplazamiento corresponde con la vía XXIV del Itinerario de Antonino. Sólo se aprecia la traza romana en los sillares que seguramente se usaron para levantar las bóvedas apuntadas, pero poco más queda. Se considera, por lo tanto, que los cinco arcos centrales corresponden a una época bajomedieval, con una clara reminiscencia gótica, el resto de los arcos y estribos corresponden incluso a épocas posteriores, habiendo constancia de una gran rehabilitación en el año 1751. La plataforma está restaurada recientemente con cantos rodados y con un eje central de losetas de granito.





Una vez superado el puente gastamos nuestros últimos cartuchos en una larga recta que nos adentra en la población.
A la entrada de la localidad se halla el albergue Municipal de peregrinos, situado frente al parque (Km. 25,7 de la etapa).

300 más y llegamos hasta nuestro km 26 de la etapa, la Plaza de España donde se encuentra la iglesia y el ayuntamiento.

Frente a la iglesia, en la calle Cristóbal Colón se encuentra el Hogar del Pensionista, donde podemos sellar la credencial y pedir la llave del albergue de peregrinos.


Esta localidad debe su nombre al río Salor y a la hermosa vega que le pertenece. Está documentado su poblamiento en época romana gracias al tesoro datado en el año 81 a.C. posiblemente relacionado con las guerras sertorianas.

Población proyectada a finales de los años 60 del siglo XX por el Instituto de Colonización para aprovechar la zona de regadío cercana al embalse del Salor.
A pesar de su corta vida, Valdesalor fue agraciado al construirse en uno de los entornos más históricos y populares del occidente español. Me refiero, como no, a la Vía de la Plata.

Es una localidad eminentemente agrícola, se sirve del aprovechamiento de los regadíos derivados del embalse de Salor, ubicado a 6´5 km del pueblo. A esta localidad llegaron 60 colonos procedentes de localidades situadas en un radio entre 30 y 40 km, que recibieron en cada caso 6 hectáreas de cultivo. Por lo tanto, el pueblo como tal tiene el interés que aporta un tipo de arquitectura de colonización, referencia de aquél “desarrollismo” del campo español en la segunda mitad del s. XX.

A pesar de no contar con un pasado lejano, por su término transcurre la Vía de la Plata, como también el cordel de merinas. En él se han encontrado varios miliarios reutilizados en las cuadras de la Finca del Trasquilón.

Los atractivos principales de esta localidad están en su puente romano-medieval, una ermita visigoda, un embalse como espacio natural y zona de baños, un refugio de pescadores, rutas senderistas, dos castillos, una casa palacio para uso hostelero y desde hace unos años se ha sumado su coqueto y cómodo albergue de peregrinos.


Poblaciones siguientes
(con alojamiento)

<<< 11,6 km >>>
Cáceres

<<< 23,1 km >>>
Casar de Cáceres

<<< 45,5 km >>>
Embalse de Alcántara (Cerrado)

<<< 56,1 km >>>
Cañaveral




1 comentario:

Beatriz Vicente Pecino dijo...

Es una delicia leer la etapa XI, sevive "in situ " al ser contada con todo tipo de detalles historicos, y actuales para el peregrino. Esa coleccion de miliarios, que guardan tantos siglos de historia, curioso el miliario-correo. He disdfrutado mucho de su lectura, pues no dejo de aprender,es fantastico leerte, gracias Antonio