Vamos allá, nuestro km 0 de hoy lo situamos en la iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción. Por la calle ancha salimos a la Avda. de Extremadura (N-630), continuamos por el arcén, una vez pasada la gasolinera a 400 m tomamos un carril de tierra que va en paralelo por la derecha. En caso de lluvia aconsejamos continuar por la carretera, el terrero fácilmente se puede convertir en un barrizal.
Una vez pasado unos viveros nos sale al paso un arroyo, en temporada seca no suele llevar agua. Una vez superado el arroyo y en menos de 300 m llegamos hasta una carretera, la EX-105 (Km 3 de la etapa).
Continuamos por un camino paralelo a la carretera N-630. En menos de 400 m llegamos hasta un tramo asfaltado de una antigua carretera, pronto las vías del tren irán apareciendo a nuestra derecha, las cruzaremos tras unos 900 m (Km 4,2 de la etapa).
El camino discurre paralelo a una granja, tras unos 800 m tomamos una amplia pista vecinal que nos lleva hasta las puertas de la ciudad de Mérida.
Cruzamos la carretera, las flechas amarillas nos indican pasar bajo un puente sobre la carretera N-360 (km 13,9 de la etapa). En este punto podemos tomar dos alternativas: la primera es tomar el recorrido oficial marcado con flechas amarillas que nos lleva por debajo del puente y la avenida Alange hasta el puente romano (Km 14,5 de la etapa). La segunda es continuar por un hermoso paseo a la vera del río Guadiana, esta alternativa es algo más corta y también más bonita, al final del paseo llegamos hasta el puente romano, por el que entraremos en la ciudad de Mérida.
El puente romano nos lleva tras cruza el río Guadiana a la milenaria ciudad de Emerita Augusta, fundada hace más de 2.000 años por orden de Octavio Augusto como premio a sus soldados eméritos licenciados de sus dos legiones veteranas de las guerras cántabras.
El puente romano de Mérida tiene 792 m de longitud, el segundo puente más largo del Imperio Romano, solo superado por el puente sobre el Danubio.
El puente presenta una longitud de 792 metros de largo, cuenta con 60 arcos y aliviaderos en las zonas donde el río discurre con más fuerza. Aunque denominado romano, ha sufrido varias modificaciones y restauraciones, necesarias tras los destrozos producidos por las crecidas del río como por los conflictos bélicos.
La primera restauración que existe constancia es de época visigoda, aunque se cree que pudo haber otras en época romana.
Así consta en una inscripción del puente de Emerita, transmitida por un manuscrito (Codex Toletanus, del siglo VIII, f. 52 v.) en el que se menciona la presencia de un dux, Salla, un godo en la ciudad, que colabora en las obras de reparación de las murallas y del puente.
La última restauración del puente se realizó en el siglo XIX dotándolo de su apariencia actual. Se ha estado utilizando incesantemente hasta el año 1993, año en que se restringió el tráfico de vehículos para el uso peatonal.
El puente romano nos lleva hasta la Plaza de Roma, lugar donde se encuentra la estatua de "la loba Capitolina". (Un presente de hermandad de la ciudad de Roma con Mérida).
Junto a la plaza comienza el "Parque de las Siete Sillas", un hermoso espacio verde junto al río Guadiana.
El curioso nombre de las "Siete Sillas" hace referencia al lugar donde se encontraba enterrado el marmóreo Teatro Romano de Mérida y su contiguo anfiteatro. Hace cien años estos se hallaban sepultados bajo toneladas de tierra y escombros.
De tan magno monumento solo sobresalían algunos centímetros de las columnas más altas, que el pueblo atribuía a las sillas de siete reyes moros. De ahí el nombre del lugar: “Las siete sillas”.
El término emeritus significaba en latín retirado y se refería a los soldados jubilados con honor. Se inicia así un periodo de gran esplendor del que dan testimonio sus magníficos edificios: el teatro, el anfiteatro, el circo, los templos, los puentes y acueductos.
Durante siglos y hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, Mérida fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar, cultural y una de las poblaciones más florecientes en la época romana, que Ausonio catalogó el noveno lugar entre las más destacadas del Imperio (incluso por delante de Atenas) y en el siglo III se convirtió en la capital de la Diócesis Hispaniarum.
En épocas posteriores Mérida sufrió incursiones de los pueblos bárbaros hasta el asentamiento de los visigodos, que la hicieron capital de su reino, y por lo tanto de Hispania, en el siglo VI, bajo el mandato de Agila I.
En el siglo VI sobresalen las figuras de varios obispos, los llamados Santos Padres de Mérida (Pablo, Fidel y Masona), el cristianismo se arraiga con fuerza. De esta fe popular da muestra la figura de la Mártir Santa Eulalia, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad. /1
La basílica dedicada a la patrona de Mérida atrae a fieles y turistas a diario. Fue uno de los principales centros de peregrinación del país en torno al siglo V.
También muchos emeritenses profesan con fervor el culto a Santa Eulalia, como demuestra su constante presencia en la basílica y, especialmente, el Hornito, el pequeño templo construido con restos de un templo romano hace 400 años y que acaba de ser restaurado.
En marzo de 1230, Alfonso IX reconquista la ciudad, que es cedida al arzobispo de Compostela. Será en ese mismo año cuando comienza la construcción de una capilla dedicada a Santa María sobre las ruinas de la seo visigoda. En el año 1479, Don Alonso de Cárdenas, Maestre de la Orden de Santiago, ordena la ampliación de dicha capilla dando forma, de este modo, al templo actual, con el fin de convertirlo en la Iglesia Mayor de la ciudad, para lo que suprime las parroquias de Santiago y San Andrés, que quedarán anexionadas a la actual concatedral.
En 1994, con la Bula Universae Ecclesiae del papa Juan Pablo II, mediante la cual se restituye el antiguo arzobispado emeritense con el nombre de Mérida-Badajoz, el templo de Santa María recupera la dignidad catedralicia constituyéndose, junto con la Catedral de Badajoz, en sede de los arzobispos extremeños.
A Principio del siglo XIII, en 1230, las tropas cristianas del rey Alfonso IX de León, reconquistará Mérida y la convertirá en sede del Priorato de San Marcos de León, de la Orden de Santiago.
Durante la baja edad media será en época de los Reyes Católicos cuando la ciudad inicie una recuperación política gracias al apoyo del Maestre de Santiago, defensor de la causa de Isabel la Católica. Su contribución a la Conquista y colonización americana será numerosa y significativa.
Según Navarro del Castillo salieron para Indias unas 210 personas, entre las que destacan dos capitanes de renombre en la conquista de Venezuela, Juan Rodríguez Suárez y Garci González de Silva. (2)
La llegada de los visigodos continuó manteniendo su importancia y fue tras la presencia de los árabes cuando comienza el declive de la ciudad, quedando prácticamente relegada al ostracismo hasta el siglo XX. Desde 1993 Mérida ha recobrado su grandeza ya que en diciembre de ese mismo año fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo éste un reconocimiento de su proyección turística, uno de sus motores económicos.
Actualmente Mérida se ha convertido de nuevo en el centro económico y político, administrativo y cultural que fue en otra época, ya que desde 1983 es la sede la Capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Visita a la ciudad
He considerado interesante crear una sencilla ruta monumental por la ciudad, a través de ella se pueden visitar sus monumentos más relevantes (la ruta viene reflejada en el mapa de la etapa).
Mérida se considera un núcleo muy importante del nacimiento del cristianismo en la península ibérica.
Según los investigadores, fue el primer templo cristiano erigido en Hispania tras la Paz del Emperador Constantino; esta iglesia fue por tanto edificada como basílica martirial en memoria de Eulalia de Mérida; por ello se convirtió, durante los albores de la Edad Media, en lugar de peregrinaciones que llegaban desde el Occidente Europeo y desde el Norte de África; al mismo tiempo la noticia del martirio de Eulalia se divulgó por todo el imperio romano y con sus reliquias se erigieron numerosas iglesias especialmente en la Europa occidental. (6)
A principios de 1990 se aprobó la reforma y acondicionamiento de la basílica de Santa Eulalia, realizándose una meticulosa excavación en la zona de la cripta, sacando a la luz los restos materiales que corroboraron la historia y tradición sobre la existencia de la mártir y su culto. Los estudios arqueológicos han logrado diferencias las distintas etapas por las que atravesó este lugar, pasando de ser espacio doméstico a espacio sagrado. Así, podemos observar cuatro zonas bien diferenciadas: casas romanas (s. I-II), necrópolis cristiana (desde el s. IV), basílica dedicada a la mártir (s. V-IX) y la iglesia actual (desde 1230 hasta hoy).
En el acceso al atrio de la Basílica de Santa Eulalia vemos un edificio de reducidas dimensiones, se trata de un oratorio dedicado a la santa niña Eulalia, es conocido como “El Hornito”, el hito religioso popular más destacado de la ciudad.
Una capilla gótica que alberga una imagen de la Santa y rememora el horno donde ésta fue quemada durante su martirio. Su pórtico está realizado con piezas de mármol extraídas a principios del siglo XVII de un lugar indeterminado de la ciudad. Todas ellas pertenecieron al Templo que la colonia Romana dedicó al Dios Marte. (7)
Desde el 284 el emperador Diocleciano pone fin a la crisis política con la Tetrarquía o “gobierno de cuatro emperadores”, con la que se otorgan las provincias hispanas a Maximiano. Eulalia nace en el seno de una familia patricia hacia los primeros meses del año 292(8). Aunque algunas fuentes sitúan su vida más tempranamente, y datan su martirio en el tiempo del emperador Decio (249-251). Era hija del senador romano Liberio (9) y tanto ella como toda su familia eran cristianos. (8)
¿QUIÉN FUE EULALIA DE MÉRIDA?
Para conocer la figura de Santa Eulalia de Mérida, la mejor forma es acercarse a las fuentes escritas. Cuatros son las fuentes que aluden a la mártir:
- Peristephanon (Poema de las coronas) obra de Prudencio, poeta hispanorromano de finales del s. IV, a pocos años del martirio, que debió de ser sobre el año 304.
- Vitae patronum emeretensium (La vida de los padres emeritenses) que narra los sucesos ocurridos en Mérida en torno a los años 530-605, época de los obispos Paulo, Fidel y Masona.
- Crónica, obra de Hidacio, obispo hispano de mediados del s.V.
- Libro en honor de los mártires, obra de Gregorio de Tours, obispo francés de la segunda mitad del s. VI.
Será Prudencio quien narre de forma más extensa el martirio que sufrió la joven Eulalia en un himno dedicado exclusivamente a ella.
La noticia de la vida y martirio de la santa emeritense se expandió rápidamente por el Imperio Romano, convirtiendo a la ciudad en una de las metas más importantes de peregrinación de Europa occidental durante la Alta Edad Media. De hecho, y hasta la proclamación de Santiago Apóstol, Eulalia fue invocada como protectora de las tropas cristianas durante la Reconquista, y como patrona de las Españas. (8)
En el siglo VIII, para evitar que sus restos fueran profanados, el rey Silo (774 – 783) se lleva las reliquias de la niña mártir a Asturias. Más adelante, Alfonso II (791 – 842) los trasladó a la basílica de El Salvador. Permanecieron en la Cámara Santa hasta la construcción de su capilla entre los años 1660 y 1669.
Tras la reconquista de Mérida, se solicita a Oviedo que se devuelvan las reliquias, que el rey Silo se había llevado. La demanda de las reliquias de la Mártir, por parte de Mérida, daría origen al primer poema escrito en bable, mostrando su negativa de entregarlas.
Cuando examen les abeyes
Martirios de Eulalia de Mérida
Cuando Eulalia andaba por los doce años, Maximiliano y Diocleciano publican los edictos por los que se persigue a los cristianos, al profesar una fe contraria al Imperio Romano. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes, y se propuso protestar ante los magistrados imperiales de la ciudad.
Viendo su madre y su padre que la joven podía correr peligro de muerte si se atrevía a protestar contra el decreto imperial, la llevaron a vivir al campo, a una casa situada a orillas del río Albarregas. Pero la muchacha escapó de allí y regresó a Mérida; según la tradición, llegó a la ciudad el 10 de diciembre del año 304, tras una travesía que plagada de hechos milagrosos.
Eulalia se presentó osadamente ante el gobernador Daciano, y le protestó, declarando que esas leyes que "mandaban adorar ídolos y prohibían a Dios" eran totalmente injustas, y no podían ser obedecidas por los cristianos.
Siguiendo el relato de la tradición, Daciano habría intentado al principio ofrecerle a la niña regalos y promesas de ayudas, para que cambiara de opinión, Pero, al ver que permanecía firme en sus creencias cristianas, cambió de táctica y decidió asustarla mostrándole todos los instrumentos de tortura con los que le podía hacer padecer horriblemente si no obedecía la ley del emperador que mandaba prestar culto a los dioses. Y añadió:
"De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos".
La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso, y le dijo valientemente:
Al solo Dios del Cielo adoro; a Él únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".
Entonces el magistrado mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro, y que sobre sus heridas pusieran antorchas encendidas. Al fin fue echada en un horno, donde murió, sin quemarse su cuerpo. Dice el poeta Aurelio Prudencio que en el momento de expirar se vio salir de su boca su bendita alma en figura de blanca paloma, que voló hacia el cielo, de cuyo prodigio fueron testigos todos los circunstantes y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. Sufrió su martirio el día 10 de diciembre del año 304, y los autores refieren que hallándose desnuda, cayó una copiosa nevada para cubrir su desnudez.
Allí, en el lugar de su sepultura, se levantó un templo en honor de Santa Eulalia; y continúa el poeta diciendo que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos para orar ante los restos de tan valiente joven, y para conseguir favores de Dios por medio de su intercesión.
Sigilosamente se aprestarían los cristianos de Mérida a rescatar las preciosas reliquias de aquella intrépida niña que con su muerte acababa de dar tan espléndido testimonio de la fe. (9)
Peristephanon de Aurelio Prudencio Clemente (himno III), Sobre la historicidad de la muerte y sepultura compone con gran lirismo el vate calagurritano “De allí sale rauda impetuosa paloma, que más blanca que la nieve abandonó la boca de la mártir y subió hacia los astros. Era el espíritu de Eulalia, puro, ligero y tenue” (estrofa 33).
Mosaico de la Iglesia de San Apolinar Nuevo, Rávena. En él se representa a Santa Eulalia. |
La tomamos como punto de partida para nuestra visita por la ciudad.
Rodeada de soportales por tres de sus lados, alberga, actualmente edificios de finales del siglo XIX y comienzos del XX realmente interesantes, estos son: el Ayuntamiento, el Palacio de la China, la Casa de Alonso Segundo Pacheco, el Palacio de los Vera Mendoza de origen medieval o la Iglesia de Sta. María, hoy concatedral, que se levanta sobre la que fuera Catedral de Santa Jerusalén, sede del arzobispado visigodo de Emérita.
Concatedral de Santa María
El edificio más antiguo de todos cuantos rodean la Plaza de España es la Concatedral de Santa María la Mayor. El hallazgo de alguna pieza visigoda hace pensar que aquí se ubicó la famosa catedral de Santa María de Jerusalén, sede del arzobispado visigodo de Emérita. Sus restos más antiguos corresponden al sXIII.
El conjunto está declarado Bien Cultural Prioritario de Mecenazgo.
En marzo de 1230, Alfonso IX de León, que reconquista la ciudad, siendo cedida al arzobispo de Compostela.
Este hecho conlleva la dificultad de la recuperación de la Sede Metropolitana emeritense y, en consiguiente, supone la pérdida definitiva de la dignidad catedralicia para el templo mayor de Mérida.
Será en ese mismo año cuando comienza la construcción de una capilla dedicada a Santa María sobre las ruinas de la seo visigoda. En el año 1479, Alonso de Cárdenas, maestre de la Orden de Santiago, ordena la ampliación de dicha capilla dando forma, de este modo, al templo actual, con el fin de convertirlo en la Iglesia Mayor de la ciudad, para lo que suprime las parroquias de Santiago y San Andrés, que quedarán anexionadas a la actual concatedral. (3)
Convento de Sta. Clara
Fue fundado por el médico emeritense D. Lópe Sánchez de Triana, en 1602. Su advocación inicial era «Santa María de Jesús». Y quedaba acogido bajo la Orden Tercera franciscana. Más tarde, pasaría a la de Santa Clara.
El cenobio se comienza a construir en 1622 y finalizan las obras en 1639.
Ya en 1838, en plena Desamortización de Mendizábal, el Estado Español cedió la Iglesia de Santa Clara al Ayuntamiento de Mérida para que allí se instalaran las piezas arqueológicas encontradas en la ciudad, siendo el primer Museo arqueológico de la ciudad. El Convento, sin embargo, se vendió a particulares.
Las dependencias del edificio conventual por su parte acogen hoy la «Sala de Exposiciones Santa Clara» y su templo es la «Sede del Museo de Arte Visigodo».
La colección de piezas visigodas de este museo recoge los vestigios de Mérida sobre los siglos IV al VIII, como capital de la Diócesis Hispaniarum y como sede metropolitana de la provincia de Lusitania. (4).
Arco de Trajano
Su denominación es producto de la tradición popular emeritense. Se encuentra situado en el Kardo Maximus -vía principal de la ciudad romana que la cruzaba de Norte a Sur- y quizá daba acceso a un recinto sagrado que precedería a un templo dedicado al culto imperial, construido en la primera mitad del siglo I d. C., cuyos restos se localizan en la calle Holguín. Así mismo, a través del arco se comunicarían el Foro Municipal con el Provincial que se ubicaba en torno a la zona de la actual Plaza de la Constitución. En este foro se levantarían edificios civiles y religiosos relacionados con la administración de la provincia de Lusitania. (5)
Antiguo Hospital de Jesús Nazareno
Hoy habilitado como Parador Nacional, aún conserva la estructura del antiguo convento del S. XVIII, instalado sobre los restos de un templo dedicado a la Concordia de Augusto.
Anfiteatro Romano
Erigido en el 8 a.C. como atestiguan las inscripciones halladas en sus tribunas, el Anfiteatro sirvió de escenario para espectáculos muy populares: los juegos de gladiadores, las cacerías de fieras y la lucha entre animales salvajes en escenarios artificiales que recreaban bosques, selvas con lagunas o desiertos, todo ello sobre las grandes tarimas de madera que formaban la arena. La cabida aproximada de este coso gigantesco era de entre quince y dieciséis mil espectadores.
Teatro Romano
El Teatro se construye bajo el patrocinio de Agripa, yerno de Augusto, a caballo entre los años 16 y 15 a.C., cuando la Colonia fue promovida como capital provincial de la Lusitania.
Pórtico del Foro
Se trata de la esquina de un pórtico monumental que formaba parte del grandioso programa propagandístico del antiguo Foro Municipal de Augusta Emerita.
Este pórtico fue erigido hacia mediados del siglo I a imagen y semejanza del Foro de Augusto en Roma.
Templo de Diana
Es la única construcción religiosa que se conserva en su sitio en Mérida. Data del final del siglo I a.C. Es un edificio de gran tamaño, que, debido a su ubicación en el Foro Municipal debió de ostentar gran lujo y decoración. Posiblemente el templo estuviese dedicado exclusivamente al culto del Emperador Augusto, no a Diana, como así lo indican los materiales escultóricos localizados. Estos representan a miembros de la familia imperial, al mismo Emperador Divino y al Genio del Senado.
Este colosal acueducto forma parte de una conducción hidráulica que traía aguas procedentes del pantano de Proserpina o Charca de la Albuera. Popularmente es conocida como “Los Milagros” por la admiración que causaba en lugareños y forasteros su estado de conservación a pesar de los avatares del tiempo.
La Alcazaba Árabe
Conserva en su interior restos de varias épocas como la romana, visigoda y árabe. Fue construida por Abderramán II para evitar ataques externos y revueltas internas. Es una fortaleza de planta cuadrada de sillares de granito y muros con reductos cuadrados. Fue donada después de la reconquista a la Orden de Santiago que le añadió torres y otras construcciones medievales con el fin de habilitarlo como convento y residencia. En el patio de armas conserva el aljibe romano con bóveda de cañón, situado junto al río de forma que filtra agua continuamente. Se accede por una escalinata. Sede de la Junta de Extremadura.
Museo Nacional de Arte Romano
En su interior podremos admirar una de las mejores colecciones de escultura romana y de mosaicos de la península. A través de la visita a sus salas comprenderemos cómo funcionaba una gran ciudad romana y cómo desde ésta se administraba una vasta provincia, la más occidental del Imperio Romano.
Casa del Anfiteatro
Este recinto, conocido genéricamente como Casa del Anfiteatro, incluye un tramo de la muralla, otro de la conducción del acueducto de San Lázaro, una torre de decantación de agua de este, restos de dos viviendas y un mausoleo. Las casas, datadas a finales del s. I d. C., conservan restos de sus patios, pasillos y habitaciones, algunas pavimentadas con mosaicos -Vendimia, peces-.
Circo Romano
El Circo romano de Mérida posee un centro de interpretación, que permite un mejor entendimiento de la estructura del monumento antes de entrar en él.
Con sus más de 400 m de longitud y 100 m de anchura era el mayor de los edificios de espectáculos de la ciudad y, junto con el anfiteatro, era el que gozaba de los favores de un público más dado a emociones fuertes que a cultas obras teatrales.
Debido a sus grandes dimensiones se encontraba fuera del recinto amurallado, al lado de la calzada que unía Emérita con Corduba (Córdoba) y Toletum (Toledo). Este monumento es totalmente visitable.
(2) - Arzobispado de Mérida - Badajoz.
(3) - Concatedral de Mérida - Wikipedia
(4) - PARES - Portal de Archivos Españoles - Ministerio de Cultura - Convento de Santa Clara de Mérida (Badajoz, España). \ Museo de Arte y Cultura Visigoda - Extremadura Turismo - Turismodeextremadura.com
(5) - Arco de Trajano - Consorcio Ciudad Monumental de Mérida - https://www.consorciomerida.org/