Vía de la Plata / Etapa 14 - Cañaveral > Carcaboso



Información actualizada: 14 de julio de 2022


Ante nosotros se presenta una de las etapas reinas de este duro y a la vez maravilloso camino de peregrinación, una etapa de las largas, cerca de 40 km,. Existen poblaciones intermedias con albergues por si necesitamos en cualquier momento reducir la caminata. La más cercana a unos 8 km, Grimaldo. La siguiente ya tiene una distancia considerable y para muchos su final de jornada, Galisteo, a 27,6 km.  

Nuestro punto de partida de hoy lo ponemos en la iglesia parroquial de Santa Marina. Nuestros primeros pasos nos llevan por la calle Real hasta la carretera N-630, que nos alejará poco a poco de la población. Tras llegar a una rotonda la carretera nacional continua por la izquierda, continuamos por su arcén unos 400 m más para tomar un camino de tierra que nace a nuestra izquierda y que nos lleva junto a una ermita, la de San Cristóbal. La dejamos a nuestra izquierda por un sendero que va en ascenso y que nos lleva hasta la fuente de la República (Km. 2,8 de la etapa).

Flechas amarillas y cubos de granito nos indican en todo momento el camino a seguir. Tras llegar a una vieja cantera a nuestra izquierda ya podemos hacernos a una ideal lo que tenemos por delante, un buen repecho que nos lleva hasta el Alto de los Castaños. A pesar de ser tan solo unos cientos de metros la subida tiene un considerable desnivel. 




Una vez superada la subida echamos la vista atrás para disfrutar de las primeras luces del día. Continuamos en ascenso, esta vez más leve, hasta el alto del Puerto de los Castaños. Descendemos por un agradable camino rodeado de pinos y viejos alcornoques, al final del tramo llegamos hasta una carretera comarcal, la cruzamos y pasamos por delante de un Club (km 5,2 de la etapa). 

En unos metros una cancela nos invita a entrar a la dehesa por un camino rodeado de viejos alcornoques “encantados”, este enclave es conocido popularmente como el valle de los Muertos.



Una nueva cancela nos da paso al cauce del Arroyo de la Madre del Agua, por el que pasamos sin dificultad. Pronto aparece a nuestra derecha las indicaciones del desvío a Grimaldo (Km 8,2 de la etapa). En este punto tenemos la opción de continuar o visitar la pequeña población de Grimaldo, donde encontraremos un par de albergues, uno municipal y el otro privado. En esta pequeña localidad también hay un bar donde poder desayunar o almorzar si decidimos finalizar aquí la jornada.


Grimaldo está situado en un precioso paraje rodeado de sierras, donde predominan los pinos y arroyos. Es una población pequeña, recorrer sus calles es cuestión de minutos.
Uno de sus principales monumentos es el Castillo romano que fue reconstruido por los Reyes Católicos y que llegó a pertenecer a la dinastía Grimaldi.
En él se dice que vivió un terrateniente que, dadas las vejaciones a las que sus sirvientes propinaban a mendigos y caminantes, mando que todos ellos fueran decapitados y sus cabezas expuestas en cada una de las almenas del castillo.
La leyenda nos cuenta que por estas tierras se libraron batallas contra los moriscos, y que en la primera jara que da el sol, se encuentra el “Vellocino de Oro”.
La iglesia fue construida con las piedras que cayeron en su tiempo de la torre del castillo.
Se puede contemplar la torre del castillo en su parte exterior. Para visitar su interior hay que pedir permiso, se trata de una propiedad privada usada como vivienda particular.

Foto: Trastolillo

Aquellos que no quieran desviarse a Grimaldo pueden continuar siguiendo a las flechas amarillas o los cubos de granito. Tras unos 800 m de ligera subida el sendero nos lleva hasta la carretera de Holguera, a la que se accede y sobrepasa a través de unas cancelas (Km. 9 de la etapa).



Durante los próximos cinco kilómetros el terreno se torna fácil y previsible. Continuaremos por el sendero marcado por el paso de peregrinos por las inmediaciones del Prado Pajares, Dehesa de Grimaldo y el Cerro Cabildo, de unos 570 metros. Continuamente abrimos y cerramos cancelas de fincas privadas, una constante en este tramo. Hay que prestar especial atención a las señales, especialmente tras llegar a una cancela donde las indicaciones pueden confundirnos (Señalizada en el mapa de la etapa al final del artículo).  Junto a una de ellas hay un desvío que lleva a Riolobos, una alternativa que en su momento fue efectiva al estar cerrado un tramo del camino cercano a Galisteo, pero que hoy carece de sentido tomar, a no ser que nuestras fuerzas hayan llegado a su fin, en la pequeña población encontraremos alojamientos privados para pernoctar. el camino señalizado con flechas blancas.

Nosotros continuamos por el camino oficial siguiendo los cubos de granito y flechas amarillas. Un cubo de granito que se encuentra junto a la cancela nos indica el camino a seguir (Km 15,8 de la etapa).

El camino continua ahora en descenso cruzando cancelas que nos va abriendo el paso al camino que nos lleva hasta la Presa del Arroyo del Boquerón (Km 19,6 de la etapa).



Una vez llegado a la presa bajamos por un camino que nos lleva hasta una nueva cancela, a unos metros encontramos un arroyo, normalmente con poca agua, pero en época de lluvia o cuando la presa desembalsa quizás nos encontremos con alguna dificultad para cruzarlo.
Una pista más ancha nos acerca hasta la carretera que viene de Riolobos, tras llegar a la carretera, las flechas amarillas nos indican subir hasta ella. La tomamos por la derecha y continuamos por un sendero desdibujado junto a los protectores de la carretera. Tras caminar kilómetro y medio por este incómodo tramo cruzamos la carretera a la altura de un cubo de granito al otro margen de la carretera nos indica tomar una pista a la izquierda y que nos adentra por la Finca Valparaíso (Km 20.8 de la etapa).

Cien metros más arriba, a un kilómetro a mano derecha, se alza el Cerro de Fuente del Sapo donde varios autores ubican la ·mansio romana Rusticiana".


En menos de 500 m de repecho llegamos hasta una loma, desde donde ya se aprecia en la lejanía nuestro destino de hoy, Galisteo. Continuamos en constante descenso por tierras de la finca Valparaiso, el ganado es abundante. El camino nos lleva hasta un puente que salva una acequia de regadío, la del río Alagón, (Km 23 de la etapa).

Tras superar el pequeño puente un cubo de granito nos indica continuar por un camino entre vallas metálicas que nos lleva hasta una finca agraria, al llegar a ella no asustaros por los ladridos por muy fieros que sean. Superada la finca llegamos hasta otro pequeño puente, en esta ocasión el que salva el arroyo de las Monjas.







Tras unos 500 m por una pista ancha rodeado de campos de cultivos llegamos hasta un cruce de Camino, en este punto tenemos dos alternativas a seguir; la primera es continuar por el camino de la izquierda que nos lleva hasta Galisteo (ruta oficial) o seguir de frente hacia San Gil. La pequeña población con pocos servicios tiene un albergue antes de llegar a la población, indicado en el mapa de la etapa.


La ruta oficial nos lleva hasta Galisteo, pero antes tenemos que superar una última dificultad, un tramo con un fuerte repecho. Al final de la loma una nos aparece Galisteo con su muralla almohade, esta estampa preciosa.

A la entrada de la localidad se encuentra el bar restaurante Los Emigrantes, donde podemos aprovechar para almorzar o solicitar alojamiento.
A tan solo 40 m se encuentra el albergue de peregrinos, para llegar hasta él tan solo tenemos que tomar un callejón que hay a la derecha del bar.

En localidad hay varios hostales, el más frecuentado y económico es Los Emigrantes, cercano al albergue. 

(En el mapa de la etapa encontrareis la localización de todos los puntos de interés de la población)

Merece mucho la pena visitar esta población, para ello tenemos que entrar por una de las tres puertas de la hermosa muralla almohada, la del rey es la marcada en nuestro mapa para llegar hasta la iglesia de Santa María (Km 27,6 de la etapa).



La historia aún corre presurosa por los muros de sus casas y sus calles empedradas aún resguardadas por la vieja muralla de origen almohade que data del siglo XIII. Tuvo tres metros de espesor y hasta 11 de alto en época islámica. Realizada a base de cantos rodados y argamasa, circunda por completo esta localidad cacereña con su perímetro de más de un kilómetro. La muralla cuenta con tres puertas: la Puerta de Santa María, la Puerta del Rey y la Puerta de la Villa. Su construcción con cantos rodados procedentes del río Jerte la convierten en una construcción única en Europa. La muralla más sorprendente de la Vía de la Plata.


Galisteo es una de las villas históricas y más hermosas de la provincia de Cáceres, declarada Conjunto Histórico Artístico como consecuencia de la buena conservación de muchos de sus encantos históricos, especialmente los de origen medieval.

En la confluencia de los ríos Alagón y Jerte aparece Galisteo, enclave estratégico de primer orden a lo largo de la historia tanto en época musulmana como cristiana. Galisteo fue un antiguo Señorío que agrupaba once pueblos. Por otro lado, otros estudiosos creen que la Medina Ghaliayah (939 al 1002), en la que descansó Almanzor camino de Galicia en la época de la invasión musulmana no es otra que la actual villa de Galisteo.
Para intentar aproximarnos hacia sus orígenes mencionaremos en primer lugar la calzada romana que pasaba cerca de Galisteo, y que actualmente delimita su término municipal con el de Plasencia. En dicha calzada, en lo que hoy es conocido como Cerro de las Brujas, existió una mansio romana en la que hacían parada los viajeros para descansar y reponer fuerzas. Dicha mansio se llamó Rusticiana, siendo una de las más importantes de la zona junto con Cáparra.
La primera aparición documental de Galisteo data del año 1217 al pasar la villa a manos de la Orden de Calatrava.

Que decir tiene que su principal aliciente es su famosa muralla almohade (comienzos del siglo XIII) de cantos rodados con argamasa, su trazado es íntegro alrededor de la villaEn algunos tramos conserva el remate almenado.
La gran mayoría de las casas del pueblo se encuentran murallas adentro, lo que le da carácter a sus calles y plazas.



Iglesia de la Asunción

Mudéjar es también el ábside de su iglesia que ocupa una capilla lateral. La que ha sobrevivido hasta nuestros días se construyó en el siglo XVI sobre una anterior del XIII. Como campanario se reutiliza una torre medieval.
Pertenece al románico mudéjar castellanoleonés, muy abundante a la cercana provincia de Salamanca. Su ábside tiene dos pisos superpuestos de arcos murales de ladrillo. Su campanario se construyó sobre el tramo de muralla, próximo al ábside, junto a la puerta de Santa María.


Como pueblo medieval no podía faltar un palacio, el Castillo de los Manrique de Lara. Construido por los cristianos en el siglo XIV sobre el alcázar almohade. Destaca en especial su preciosa torre de homenaje, la de la Picota, nombre que se le puso por el remate en forma de pico octogonal. 

La torre de la Picota, último vestigio de la fortaleza que defendía el cerro, ha sido restaurada y permite la subida hasta los pisos superiores desde donde se obtiene la mejor vista de Galisteo.

Si decides finalizar tu jornada en esta villa y eres amante de la fotografía encontrarás escenas donde se mezclan el contraste cromático intenso como consecuencia del juego de colores provocado por el blanco de los muros de sus casas, el rojo de sus tejados y el ocre anaranjado de sus murallas.

Sobre el río Jerte se levanta un interesante puente renacentista de mediados del siglo XVI mandado construir por los señores del lugar en el que luce el escudo de su linaje. Junto a este puente se extiende un atractivo paraje acondicionado como merendero y zona de recreo.


Camino a Carcaboso

Desde la iglesia nos dirigimos a la Plaza de España donde tomamos la calle Gabriel y Galán para salir por a la Puerta de la Villa. Retomamos el trazado marcado con flecha amarillas por la carretera de Plasencia que nos lleva hasta el puente sobre el río Jerte.
El puente medieval que se eleva sobre el río Jerte dará inicio a nuestro último tramo del día. Más de 10 kilómetros de carretera por la comarca del Valle del Alagón.



Echamos la vista atrás para grabar en nuestra memoria la hermosa estampa de Galisteo y su puente medieval.

Una vez superado el puente de la autovía llegamos hasta una rotonda, unas indicaciones nos hacen tomar la carretera de la derecha (km 29,2 de la etapa) que nos lleva hasta la siguiente población, Aldehuela del Jerte (Km 33,6 de la etapa). Sin albergue de peregrinos

En este tramo fluye a derecha el río Jerte, afluente del Alagón que da nombre a Aldehuela del Jerte. Aunque quizás pueda parecer un tramo algo monótono podemos disfrutar de verdes prados de cultivo, choperas y sauces.



El pueblo está encuadrado entre el río Jerte, del cual toma su nombre, y el río Alagón, asentándose en una penillanura con suaves colinas. Su paisaje es el típico de una zona de regadío y tiene una vegetación abundante, con prados verdes en los cuales se cultiva, principalmente, pimiento de gran calidad para la fabricación de un pimentón muy afamado y con denominación de Origen de La Vera.

Por ser un pueblo pequeño, sólo tiene un templo, la iglesia de San Blas. Construida en los siglos XVII y XVIII. En su interior se encuentra una talla de la Virgen de la Encina de los siglos XV-XVI y un crucifijo de madera del siglo XVII. 

El pasado año 2021 estrenó un nuevo retablo. Presiden, junto al sagrario, los tres patrones: San Blas, la Virgen de la Encina y San Antonio de Padua.
El nuevo retablo ha sido un proyecto llevado a cabo con donativos de feligreses, vecinos y particulares.


Atravesamos la población después de visitar la iglesia en la plaza Mayor. El recorrido por este pequeño pueblo no tiene mayor dificultad, tan solo tenemos que continuar por la carretera. Aldehuela del Jerte se pasa en un abrir y cerrar de ojos, otra cosa son los algo más de cinco kilómetros de carretera que nos lleva hasta Carcaboso, interminables rectas sin apenas arbolado. Un buen momento para distraernos con nuestros pensamientos, paciencia el final de etapa ya está cerca y con él nuestro deseado descanso.




Tras cinco kilómetros llegamos hasta un cruce con la carretera de Plasencia. Cruzamos la carretera, un original cartel nos da la bienvenida a Carcaboso, entramos por la calle de la iglesia hasta nuestro final de jornada, la Parroquia de Santiago (km 48,3 de la etapa).


El nombre de Carcaboso viene de cárcabo o cárcaba, hoya o zanja grande producida por una corriente impetuosa de agua. El terreno en que se encuentra asentado es muy arcilloso, donde se produce fácilmente este fenómeno erosivo. Por eso este toma este nombre el pueblo, surge entorno a una cárcaba.

Las primeras referencias de asentamientos urbanos relacionados con Carcaboso se relacionan con la existencia de tumbas megalíticas en el Cerro de Triquiñuelo, próximo al núcleo urbano actual.
Pero el Carcaboso actual debió originarse como núcleo urbano de paso entre Plasencia y Montehermoso en el siglo XIII, como aldea sujeta al Señorío de Galisteo.

Iglesia parroquial Santiago Apóstol

La Iglesia de Carcaboso tenía una estructura rectangular. El cuerpo principal de la primitiva Iglesia fue modificado con la agregación de una sacristía y una dependencia bautismal. Conserva miliarios del pórtico de entrada.
En el pórtico de la Iglesia se pueden presenciar dos columnas miliarias, de la época de los emperadores Trajano (98-117) y Adriano (117-138), contemporáneos a los Santos Mártires patronos de la población.




Centro de Interpretación Los Miliarios
La localidad cuenta con un Centro de Interpretación de la Calzada Romana y Ruta Jacobea con información sobre la "Vía de la Plata" y maquetas.
Información: 927 402 002

Parque de los Miliarios
Situados a la parte derecha de la Iglesia y en el que se pueden ver MILIARIOS que se han encontrados en el término del pueblo.


Fiestas
San JovitaSon las fiestas más importantes del Municipio, los días 20 y 21 de septiembre.

***

Poblaciones siguientes
(con alojamiento)

<<< 12 km >>>
Oliva de Plasencia (Fuera de ruta +6,6 km)

<<< 18 km >>>
Hostal El Avión (Fuera de ruta +5,7 km)

<<< 26,5 km >>>
 Hostal Asturias (Fuera de ruta +2,7 km)

<<< 38 km >>>
Aldeanueva del Camino

<<< 47,8 km >>>
Baños de Montemayor





Vía de la Plata / Etapa 13 - Casar de Cáceres > Cañaveral



Información actualizada 21 de abril de 2024


Ante nosotros se presenta posiblemente una de las etapas más duras de la Vía de la Plata, sobre todo si pretendemos hacerla en verano, las temperaturas pueden sobrepasar en algunas ocasiones los 40º. La falta de sombra y fuentes de agua pueden suponer situaciones de extrema dificultad si sobrepasamos el medio día.

Aconsejamos a todos los peregrinos que planifiquen bien esta etapa. Si deseamos hacerla más corta o bien las fuerzas fallan se puede finalizar la etapa en el Embalse de Alcántara, un lugar privilegiado. Pero se hace imprescindible llamar por teléfono para asegurar la disponibilidad del albergue, no siempre está abierto.




Desde el albergue de peregrinos salimos de Casar con la ciega luz de la noche, con ello intentamos evitar caminar en las horas de más calor.
Nuestros primeros pasos aún parecen dormidos por la calle Larga Baja que nos lleva hasta la ermita de Santiago, nuestro km 0 de hoy.
Tomamos un camino señalizado que sale de la localidad entre suaves ondulaciones, un placentero camino rodeado de muros de piedra que separan el camino de las fincas con ganado vacuno que parecen ajenos a nuestra presencia y que paciente e inmóviles esperan los primeros rayos de luz del nuevo día. Desde este paraje y con la paciencia de la eternidad nos despedimos de la luna y saludamos al astro sol que poco a poco va asomando sonrojado tras el horizonte iluminándolo todo con todos rojizos.



Entre muros de piedra llegamos hasta la Finca La Higuera, a unos 300 m y a la derecha podemos ver un depósito de tres miliarios junto al camino (Km. 8,5 de la etapa).

Seguidamente y a pocos metros abrimos la cancela del coto deportivo de caza. Más adelante nos espera paciente otra cancela, avanzamos por un camino rodeado de arbustos de retama hasta que aparece a nuestra izquierda el segundo depósito de miliarios. En esta ocasión son más abundante, ocho Miliarios completos y otras tantas porciones de estos, uno de ellos aún conserva la peana. Algunos aún en pie, otros ya tumbados e incluso semienterrados. Todos ellos son de granito y sólo cuatro de las piezas conservan texto apreciable (Km 9,9 de la etapa).

Los romanos solían indicar sus infraestructuras viarias con "columnas miliarias", frecuentemente hechas con granito, como las que aquí mostramos.
"Miliario" viene de la palabra latina "millia passuum" = 1.000 "passus" = 1.480 metros, aproximadamente. En estas columnas se esculpía el número de milla y el nombre del Emperador que había hecho o reconstruido el tramo de calzada.




En quinientos metros volvemos a encontrarnos con otro portón, en esta ocasión nos adentra en una finca ganadera, Finca Berrueto. Las ovejas campan a sus anchas, los perros ladran desde su quietud junto a un trozo de calzada romana bien delimitada, continuamos adelante sin mayor problema.

Cerramos el portón y continuamos por un camino más desdibujado rodeado de retamales hasta la "Casa de las Calaveras", llamada así por encontrarse en una de sus paredes las calaveras blanqueadas de dos reses (Km 13,2 de la etapa).






A unos setecientos metros, el camino queda cortado por el hiriente tajo de la plataforma del tren de alta velocidad AVE. Cruzamos las vías por un puente (km 14 de la etapa), viramos a la izquierda y tras 700 m llegamos a un descansadero o merendero, continuamos por este sendero con continuos sube y baja con la carretera N-630 abajo, a nuestra derecha. El embalse aparece  ante nosotros impresionándonos con unas maravillosas vistas, irresistible inmortalizar el momento con unas bonitas fotografías.
Tras dos km de sendero desembocamos en la carretera (km 16,8 de la etapa).




Embalse José María de Oriol-Alcántara II, más conocido como Embalse de Alcántara. Regula gran parte del caudal del río Tajo, justo antes de que el río entre en Portugal, el río más largo de la península Ibérica.
Mientras que la presa fue construida para paliar las severas sequías de la región, estas sólo empeoraron en el lado portugués de la presa después de su creación. En el momento de su construcción fue la segunda reserva más grande en Europa. El famoso puente de Alcántara, de la época romana, se encuentra tan sólo a 600 metros corriente abajo, respecto de la presa.

Torre de Floripes. Este torreón hoy aislado por las aguas pertenece al castillo construido con sillares del puente en el siglo XV, construido sobre otro anterior de origen templario. Hay quien afirma, que los Templarios construyeron su fortaleza sobre un templo romano dedicado a los dioses del río.
Aquí se argumentó una leyenda medieval, una tragedia de amor, incesto y lances caballerescos del que son protagonistas la bella mora Floripes, su hermano y deseoso amante Fierabrás y Guido de Borgoña, caballero de la hueste de Carlomagno. Video

El castillo de Alconétar, fue arrebatado definitivamente a los árabes en 1225 por el propio Alfonso IX, estuvo en manos templarias hasta que Alfonso X se lo entregó a su hijo Fernando de la Cerda. En el siglo XV pasa a llamarse de Rocafrida y está en manos de los Alba y Aliste.


También sumergida en las aguas se encuentra la antigua ermita de Ntra. Sra. del Río, se situaba en la margen derecha del río Tajo. Ante la inexistencia de puentes para cruzar el río por esa zona, se estableció un sistema de barcas, conducidas mediante maromas o cuerdas y poleas. Las barcas de Talaván permitían el paso de personas y mercancías, y para ello existía la figura del barquero, cuya vivienda se hallaba junto a la antigua ermita. Las barcas eran propiedad del Obispo de Plasencia, quien estipulaba el cobro del paso en la barca, estando los vecinos de Talaván exentos de tal pago. En torno al barquero de Talaván se han creado algunos refranes que se han generalizado por el resto de España:

"Las verdades del barquero:
El pan duro, duro, es mejor que ninguno; el zapato malo, es mejor en el pie que en la mano y si a todos les cobras lo que a mí ¿Qué coño hace usted aquí?"

"Los arrieros de Talaván, hoy aparejan y mañana se van".

Irremediablemente caminamos sobre el asfalto, tras quinientos metros nos plantamos sobre el puente que cruza el río Almonte, a la derecha podemos observar el futuro viaducto del AVE sobre el río Almonte (Km. 17 de la jornada).
Aún nos queda mucho asfalto, así que paciencia, continuamos por el arcén de la nacional que va bordeando el gran embalse de Alcántara, en unos cuatro kilómetros llegamos hasta otro puente, en este caso el que cruza el río mas largo de la península ibérica, el Tajo (Km. 21,2 de la etapa).

Al final del puente tenemos la alternativa de abandonar la carretera y tomar camino hacia Cañaveral por un sendero con una subida bastante pronunciada y que nos evita caminar por el asfalto de la carretera.
Este camino es en ascenso, con un recorrido de unos 700 m que nos une al refugio-mirador, ya en el trazado con flechas que nos lleva a Cañaveral. 





Si optamos por continuar por carretera lo haremos en moderado ascenso, a nuestra izquierda dejamos la entrada al Club Náutico y tras algo más de 1 km llegamos al desvío del albergue del Embalse de Alcántara.

Por desgracia el albergue del Embalse de Alcántara  lleva años cerrado, pendiente de una nueva licitación. No queda otra alternativa que continuar camino (abril de 2024)



A orillas del embalse se encuentra el albergue Turístico, situado en uno de los cerros generados por la construcción del embalse en 1969.

Si entre tus planes está finalizar la etapa en el Embalse, se hace imprescindible asegurar la disponibilidad del albergue, no siempre está abierto.  Si está cerrado no hay posibilidad de alojamiento por lo que tenemos que  continuar hasta Cañaveral, situado a algo más de 11 km.
En el tramo que continúa hasta Cañaveral no encontraremos fuentes de agua ni arbolado donde refugiarnos del sol. Algunos ante la dureza de este tramo optan por no hacer caso a las flechas amarillas y continúan por la carretera (camino más corto, pero no exento de peligro debido al tráfico de vehículos).

Si eres peregrino que no abandona el trazado del camino y a su flecha amarilla, encontrarás una de ellas a unos 30 m y que nos indica abandonar la carretera para tomar un camino que asciende por la derecha de la carretera. En algo más de 300 m de continuo ascenso y tras una curva nos encontramos con un mirador y refugio, un lugar fantástico para hacer un pequeño descanso. El refugio "la cima del Tajo" nos regala unas hermosas vistas del Embalse, una de las más impresionantes del Camino, también una buena opción para pasar la noche bajo las estrellas. 


Echando la vista atrás en la historia se sabe que en las proximidades de este enclave se encontraba probablemente la mansio romana Turmulos, derivado del diminutivo de raíz latina turma, "escuadrón de caballería". En principio como guarnición de carácter militar para defender estratégicamente la zona del paso del río Tajo. Más tarde se establecería como centro de agrupación indígena, ubicando en ella una de las mansiones del camino.

Los restos arqueológicos son abundantes: en medio del Tajo se encontraban las ruinas del magnífico Puente de Mantible, posteriormente conocido por Alconétar, con casi trescientos metros de largo y sostenido sobre doce arcos, era tan ancho que permitía el paso de dos carruajes juntos. Es uno de los más antiguos puentes en arco segmentales del mundo. Este puente unía el norte con el sur de Extremadura a través de la Vía de la Plata, por allí cruzaban el Tajo los reyes cristianos en sus incursiones hacia el sur.

La historia nos cuenta que un día de junio de 1222, la vanguardia del ejército de Alfonso IX se retrasó para dar una mala noticia al rey: los sarracenos habían destruido seis ojos del puente y esperaban apostados en la otra orilla el paso de las tropas. Alfonso IX decidió dar un rodeo por el puente de Alcántara y el de Alconétar se quedó así, derruido y sin seis de sus arcos para siempre.

En 1969 tras la construcción del embalse de Alcántara se trasladó parte del puente original (cuatro arcos y ocho pilastras) a una cola del pantano junto a la carretera N-630. (Su localización queda reflejada en el mapa que facilitamos de la etapa, desgraciadamente solo lo podrán ver aquellos que decidan continuar su camino a Cañaveral por la N-630).

Después del merecido descanso retomamos la marcha por un camino que asciende por la ladera sur del Cerro Garrote Desde este punto observamos con más detalle el nuevo puente sobre el río Tajo.


Tras pasar bajo un puente del ferrocarril llegamos al km 25,4 de la etapa. El camino avanza esta vez con las vías del ferrocarril a nuestra izquierda, pasados tres kilómetros y medio volvemos a cruzarlas bajo otro puente del ferrocarril (Km 28,8 de la jornada).

El camino continua entre retamales, Cañaveral irá apareciendo ante nuestros ojos poco a poco, pero aún lejos. Pasados unos tres km llegamos hasta un cruce de caminos, (Km 31.8 de la etapa) a la derecha el camino continúa hacia Grimaldo sin pasar por Cañaveral. Para continuar hasta Cañaveral tomamos el camino de la izquierda.



Caminamos por un sendero de piedra que nos lleva hasta un puente medieval, el de San Benito (Km 32,3 de la etapa)Un pequeño puente de piedra del siglo XIV, que ayuda a vadear el pequeño arroyo de Guadancil. 

En la Edad Media este pequeño puente era empleado por los peregrinos que iban a Santiago de Compostela para llegar hasta la Fuente de San Benito para calmar su sed; desde este punto se acercaban a la iglesia de Santa Marina, a unos metros, situada en pleno centro de la localidad.

Una vez superado el puente iniciamos el camino nos lleva en ascenso hasta la N-630, a la entrada de la localidad giramos por calle Monrobel, donde se encuentra la fuente de San Benito, al final de la calle nos espera la iglesia de Santa Marina, nuestro final de etapa de hoy (Km 33,4 de la etapa).

Para llegar al albergue tenemos que continuar por la carretera N-630, que cruza la localidad. A unos 350 m llegamos al albergue-hostel de Cañaveral, un bonito y cómodo albergue. Para almorzar encontraremos varios locales pasado el albergue.



(Fuente de San Benito)



Municipio cacereño perteneciente a la Comarca de Monfragüe. El origen de esta población data del siglo XVI, en aquel entonces se le denominaba Cañaveral de Alconétar y estaba bajo el dominio de los templarios, aunque más tarde se la conocería con el nombre de Cañaveral de Las Limas.
Sus posadas y cambio de postas sirvieron a las cabañas trashumantes en el paso del vado del Tajo en la barca de Alconétar. Ya era lugar de tránsito desde la etapa de los romanos, pues era paso obligatorio en el Camino de la Plata.

Las crónicas de antaño narran la dominación de estas tierras por la corona de Aragón, tiempos de guerra en los que el caudillo Almanzor avanzó hacia Galicia. Además, las disputas por el Castillo de Portezuelo entre templarios y alcantarinos, y la cercanía de Cañaveral a estas violentas controversias, le impidieron quedar ajena a tales contiendas. Finalmente, la Orden de Alcántara se hizo con el castillo, convirtiéndolo en cabeza de encomienda con un extenso término que incluía la localidad de Cañaveral.

La población tiene una estructura algo irregular en torno a la plaza, donde se pueden contemplar algunas viviendas bajo soportales de arcos de medio punto y donde destacan, sobre todo, el tamaño y volumen de sus chimeneas, y la belleza y singularidad de algunas de ellas, todavía en uso.


El principal edificio religioso es la iglesia de Santa Marina, uno de los templos más antiguos de la comarca. En su interior se conservan varios retablos barrocos, el mayor de estilo rococó que aloja imágenes de talla, entre ellas la imagen de Santa Marina.



El municipio tiene además varias ermitas: las dedicadas a San Roque y al Cristo del Humilladero. A escasos kilómetros, cercana a Grimaldo se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Cabezón, patrona de Cañaveral, de arquitectura barroca, que alberga la imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XII.

La peregrinación a Santiago de Compostela enriquece al peregrino en gran manera, paso a paso va avanzando en su conocimiento interior, día a día disfruta de paisajes de gran belleza acompañado del palpitar de la amistad de nuevos amigos.
Sus pasos le hacen disfrutar de la riqueza de un sin fin de pueblos que atesoran una gran historia y belleza. En ocasiones son grandes ciudades con un patrimonio arquitectónico exuberante, pero en otros se trata de pueblos pequeños. sencillos y de gran generosidad.

Siempre suelo decir que la belleza de un lugar no lo da solo su riqueza monumental ni paisajística, la esencia más pura de un lugar las da su gente y sus costumbres. Este es el caso de Cañaveral, gente agradable y hospitalaria que te saluda con gesto gentil cuando camina por sus calles.


Fiestas locales

San Benito, el lunes después de Semana Santa;
San José Obrero, el 1 de mayo en la barriada de la estación;
Virgen de Cabezón, el segundo domingo de mayo;
San Roque, el 16 de agosto.

Para conocer a un pueblo no hay nada mejor que vivir sus fiestas, en ellas se ve el alma de sus gentes. Cañaveral celebra varias; el lunes después de semana santa se celebra la Fiesta de San Benito, curiosa momento cuando se llega a la tradicional carrera arriba y abajo con el santo a cuestas entre unos mozos y otros para evitar que el Santo entre en la iglesia.

También de gran tradición la Romería de la Virgen de Cabezón, que se realiza el segundo domingo de mayo, con el desplazamiento de los romeros hacia la ermita situada en las proximidades de Grimaldo.

No menos curiosa es la famosa Velá, que consiste en quemar muebles viejos ante la puerta de la iglesia. Comienza a quemarse la noche del Domingo de Pascua.