Vía de la Plata / Etapa 13 - Casar de Cáceres > Cañaveral



Información actualizada 21 de abril de 2024


Ante nosotros se presenta posiblemente una de las etapas más duras de la Vía de la Plata, sobre todo si pretendemos hacerla en verano, las temperaturas pueden sobrepasar en algunas ocasiones los 40º. La falta de sombra y fuentes de agua pueden suponer situaciones de extrema dificultad si sobrepasamos el medio día.

Aconsejamos a todos los peregrinos que planifiquen bien esta etapa. Si deseamos hacerla más corta o bien las fuerzas fallan se puede finalizar la etapa en el Embalse de Alcántara, un lugar privilegiado. Pero se hace imprescindible llamar por teléfono para asegurar la disponibilidad del albergue, no siempre está abierto.




Desde el albergue de peregrinos salimos de Casar con la ciega luz de la noche, con ello intentamos evitar caminar en las horas de más calor.
Nuestros primeros pasos aún parecen dormidos por la calle Larga Baja que nos lleva hasta la ermita de Santiago, nuestro km 0 de hoy.
Tomamos un camino señalizado que sale de la localidad entre suaves ondulaciones, un placentero camino rodeado de muros de piedra que separan el camino de las fincas con ganado vacuno que parecen ajenos a nuestra presencia y que paciente e inmóviles esperan los primeros rayos de luz del nuevo día. Desde este paraje y con la paciencia de la eternidad nos despedimos de la luna y saludamos al astro sol que poco a poco va asomando sonrojado tras el horizonte iluminándolo todo con todos rojizos.



Entre muros de piedra llegamos hasta la Finca La Higuera, a unos 300 m y a la derecha podemos ver un depósito de tres miliarios junto al camino (Km. 8,5 de la etapa).

Seguidamente y a pocos metros abrimos la cancela del coto deportivo de caza. Más adelante nos espera paciente otra cancela, avanzamos por un camino rodeado de arbustos de retama hasta que aparece a nuestra izquierda el segundo depósito de miliarios. En esta ocasión son más abundante, ocho Miliarios completos y otras tantas porciones de estos, uno de ellos aún conserva la peana. Algunos aún en pie, otros ya tumbados e incluso semienterrados. Todos ellos son de granito y sólo cuatro de las piezas conservan texto apreciable (Km 9,9 de la etapa).

Los romanos solían indicar sus infraestructuras viarias con "columnas miliarias", frecuentemente hechas con granito, como las que aquí mostramos.
"Miliario" viene de la palabra latina "millia passuum" = 1.000 "passus" = 1.480 metros, aproximadamente. En estas columnas se esculpía el número de milla y el nombre del Emperador que había hecho o reconstruido el tramo de calzada.




En quinientos metros volvemos a encontrarnos con otro portón, en esta ocasión nos adentra en una finca ganadera, Finca Berrueto. Las ovejas campan a sus anchas, los perros ladran desde su quietud junto a un trozo de calzada romana bien delimitada, continuamos adelante sin mayor problema.

Cerramos el portón y continuamos por un camino más desdibujado rodeado de retamales hasta la "Casa de las Calaveras", llamada así por encontrarse en una de sus paredes las calaveras blanqueadas de dos reses (Km 13,2 de la etapa).






A unos setecientos metros, el camino queda cortado por el hiriente tajo de la plataforma del tren de alta velocidad AVE. Cruzamos las vías por un puente (km 14 de la etapa), viramos a la izquierda y tras 700 m llegamos a un descansadero o merendero, continuamos por este sendero con continuos sube y baja con la carretera N-630 abajo, a nuestra derecha. El embalse aparece  ante nosotros impresionándonos con unas maravillosas vistas, irresistible inmortalizar el momento con unas bonitas fotografías.
Tras dos km de sendero desembocamos en la carretera (km 16,8 de la etapa).




Embalse José María de Oriol-Alcántara II, más conocido como Embalse de Alcántara. Regula gran parte del caudal del río Tajo, justo antes de que el río entre en Portugal, el río más largo de la península Ibérica.
Mientras que la presa fue construida para paliar las severas sequías de la región, estas sólo empeoraron en el lado portugués de la presa después de su creación. En el momento de su construcción fue la segunda reserva más grande en Europa. El famoso puente de Alcántara, de la época romana, se encuentra tan sólo a 600 metros corriente abajo, respecto de la presa.

Torre de Floripes. Este torreón hoy aislado por las aguas pertenece al castillo construido con sillares del puente en el siglo XV, construido sobre otro anterior de origen templario. Hay quien afirma, que los Templarios construyeron su fortaleza sobre un templo romano dedicado a los dioses del río.
Aquí se argumentó una leyenda medieval, una tragedia de amor, incesto y lances caballerescos del que son protagonistas la bella mora Floripes, su hermano y deseoso amante Fierabrás y Guido de Borgoña, caballero de la hueste de Carlomagno. Video

El castillo de Alconétar, fue arrebatado definitivamente a los árabes en 1225 por el propio Alfonso IX, estuvo en manos templarias hasta que Alfonso X se lo entregó a su hijo Fernando de la Cerda. En el siglo XV pasa a llamarse de Rocafrida y está en manos de los Alba y Aliste.


También sumergida en las aguas se encuentra la antigua ermita de Ntra. Sra. del Río, se situaba en la margen derecha del río Tajo. Ante la inexistencia de puentes para cruzar el río por esa zona, se estableció un sistema de barcas, conducidas mediante maromas o cuerdas y poleas. Las barcas de Talaván permitían el paso de personas y mercancías, y para ello existía la figura del barquero, cuya vivienda se hallaba junto a la antigua ermita. Las barcas eran propiedad del Obispo de Plasencia, quien estipulaba el cobro del paso en la barca, estando los vecinos de Talaván exentos de tal pago. En torno al barquero de Talaván se han creado algunos refranes que se han generalizado por el resto de España:

"Las verdades del barquero:
El pan duro, duro, es mejor que ninguno; el zapato malo, es mejor en el pie que en la mano y si a todos les cobras lo que a mí ¿Qué coño hace usted aquí?"

"Los arrieros de Talaván, hoy aparejan y mañana se van".

Irremediablemente caminamos sobre el asfalto, tras quinientos metros nos plantamos sobre el puente que cruza el río Almonte, a la derecha podemos observar el futuro viaducto del AVE sobre el río Almonte (Km. 17 de la jornada).
Aún nos queda mucho asfalto, así que paciencia, continuamos por el arcén de la nacional que va bordeando el gran embalse de Alcántara, en unos cuatro kilómetros llegamos hasta otro puente, en este caso el que cruza el río mas largo de la península ibérica, el Tajo (Km. 21,2 de la etapa).

Al final del puente tenemos la alternativa de abandonar la carretera y tomar camino hacia Cañaveral por un sendero con una subida bastante pronunciada y que nos evita caminar por el asfalto de la carretera.
Este camino es en ascenso, con un recorrido de unos 700 m que nos une al refugio-mirador, ya en el trazado con flechas que nos lleva a Cañaveral. 





Si optamos por continuar por carretera lo haremos en moderado ascenso, a nuestra izquierda dejamos la entrada al Club Náutico y tras algo más de 1 km llegamos al desvío del albergue del Embalse de Alcántara.

Por desgracia el albergue del Embalse de Alcántara  lleva años cerrado, pendiente de una nueva licitación. No queda otra alternativa que continuar camino (abril de 2024)



A orillas del embalse se encuentra el albergue Turístico, situado en uno de los cerros generados por la construcción del embalse en 1969.

Si entre tus planes está finalizar la etapa en el Embalse, se hace imprescindible asegurar la disponibilidad del albergue, no siempre está abierto.  Si está cerrado no hay posibilidad de alojamiento por lo que tenemos que  continuar hasta Cañaveral, situado a algo más de 11 km.
En el tramo que continúa hasta Cañaveral no encontraremos fuentes de agua ni arbolado donde refugiarnos del sol. Algunos ante la dureza de este tramo optan por no hacer caso a las flechas amarillas y continúan por la carretera (camino más corto, pero no exento de peligro debido al tráfico de vehículos).

Si eres peregrino que no abandona el trazado del camino y a su flecha amarilla, encontrarás una de ellas a unos 30 m y que nos indica abandonar la carretera para tomar un camino que asciende por la derecha de la carretera. En algo más de 300 m de continuo ascenso y tras una curva nos encontramos con un mirador y refugio, un lugar fantástico para hacer un pequeño descanso. El refugio "la cima del Tajo" nos regala unas hermosas vistas del Embalse, una de las más impresionantes del Camino, también una buena opción para pasar la noche bajo las estrellas. 


Echando la vista atrás en la historia se sabe que en las proximidades de este enclave se encontraba probablemente la mansio romana Turmulos, derivado del diminutivo de raíz latina turma, "escuadrón de caballería". En principio como guarnición de carácter militar para defender estratégicamente la zona del paso del río Tajo. Más tarde se establecería como centro de agrupación indígena, ubicando en ella una de las mansiones del camino.

Los restos arqueológicos son abundantes: en medio del Tajo se encontraban las ruinas del magnífico Puente de Mantible, posteriormente conocido por Alconétar, con casi trescientos metros de largo y sostenido sobre doce arcos, era tan ancho que permitía el paso de dos carruajes juntos. Es uno de los más antiguos puentes en arco segmentales del mundo. Este puente unía el norte con el sur de Extremadura a través de la Vía de la Plata, por allí cruzaban el Tajo los reyes cristianos en sus incursiones hacia el sur.

La historia nos cuenta que un día de junio de 1222, la vanguardia del ejército de Alfonso IX se retrasó para dar una mala noticia al rey: los sarracenos habían destruido seis ojos del puente y esperaban apostados en la otra orilla el paso de las tropas. Alfonso IX decidió dar un rodeo por el puente de Alcántara y el de Alconétar se quedó así, derruido y sin seis de sus arcos para siempre.

En 1969 tras la construcción del embalse de Alcántara se trasladó parte del puente original (cuatro arcos y ocho pilastras) a una cola del pantano junto a la carretera N-630. (Su localización queda reflejada en el mapa que facilitamos de la etapa, desgraciadamente solo lo podrán ver aquellos que decidan continuar su camino a Cañaveral por la N-630).

Después del merecido descanso retomamos la marcha por un camino que asciende por la ladera sur del Cerro Garrote Desde este punto observamos con más detalle el nuevo puente sobre el río Tajo.


Tras pasar bajo un puente del ferrocarril llegamos al km 25,4 de la etapa. El camino avanza esta vez con las vías del ferrocarril a nuestra izquierda, pasados tres kilómetros y medio volvemos a cruzarlas bajo otro puente del ferrocarril (Km 28,8 de la jornada).

El camino continua entre retamales, Cañaveral irá apareciendo ante nuestros ojos poco a poco, pero aún lejos. Pasados unos tres km llegamos hasta un cruce de caminos, (Km 31.8 de la etapa) a la derecha el camino continúa hacia Grimaldo sin pasar por Cañaveral. Para continuar hasta Cañaveral tomamos el camino de la izquierda.



Caminamos por un sendero de piedra que nos lleva hasta un puente medieval, el de San Benito (Km 32,3 de la etapa)Un pequeño puente de piedra del siglo XIV, que ayuda a vadear el pequeño arroyo de Guadancil. 

En la Edad Media este pequeño puente era empleado por los peregrinos que iban a Santiago de Compostela para llegar hasta la Fuente de San Benito para calmar su sed; desde este punto se acercaban a la iglesia de Santa Marina, a unos metros, situada en pleno centro de la localidad.

Una vez superado el puente iniciamos el camino nos lleva en ascenso hasta la N-630, a la entrada de la localidad giramos por calle Monrobel, donde se encuentra la fuente de San Benito, al final de la calle nos espera la iglesia de Santa Marina, nuestro final de etapa de hoy (Km 33,4 de la etapa).

Para llegar al albergue tenemos que continuar por la carretera N-630, que cruza la localidad. A unos 350 m llegamos al albergue-hostel de Cañaveral, un bonito y cómodo albergue. Para almorzar encontraremos varios locales pasado el albergue.



(Fuente de San Benito)



Municipio cacereño perteneciente a la Comarca de Monfragüe. El origen de esta población data del siglo XVI, en aquel entonces se le denominaba Cañaveral de Alconétar y estaba bajo el dominio de los templarios, aunque más tarde se la conocería con el nombre de Cañaveral de Las Limas.
Sus posadas y cambio de postas sirvieron a las cabañas trashumantes en el paso del vado del Tajo en la barca de Alconétar. Ya era lugar de tránsito desde la etapa de los romanos, pues era paso obligatorio en el Camino de la Plata.

Las crónicas de antaño narran la dominación de estas tierras por la corona de Aragón, tiempos de guerra en los que el caudillo Almanzor avanzó hacia Galicia. Además, las disputas por el Castillo de Portezuelo entre templarios y alcantarinos, y la cercanía de Cañaveral a estas violentas controversias, le impidieron quedar ajena a tales contiendas. Finalmente, la Orden de Alcántara se hizo con el castillo, convirtiéndolo en cabeza de encomienda con un extenso término que incluía la localidad de Cañaveral.

La población tiene una estructura algo irregular en torno a la plaza, donde se pueden contemplar algunas viviendas bajo soportales de arcos de medio punto y donde destacan, sobre todo, el tamaño y volumen de sus chimeneas, y la belleza y singularidad de algunas de ellas, todavía en uso.


El principal edificio religioso es la iglesia de Santa Marina, uno de los templos más antiguos de la comarca. En su interior se conservan varios retablos barrocos, el mayor de estilo rococó que aloja imágenes de talla, entre ellas la imagen de Santa Marina.



El municipio tiene además varias ermitas: las dedicadas a San Roque y al Cristo del Humilladero. A escasos kilómetros, cercana a Grimaldo se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Cabezón, patrona de Cañaveral, de arquitectura barroca, que alberga la imagen de la Virgen con el Niño, del siglo XII.

La peregrinación a Santiago de Compostela enriquece al peregrino en gran manera, paso a paso va avanzando en su conocimiento interior, día a día disfruta de paisajes de gran belleza acompañado del palpitar de la amistad de nuevos amigos.
Sus pasos le hacen disfrutar de la riqueza de un sin fin de pueblos que atesoran una gran historia y belleza. En ocasiones son grandes ciudades con un patrimonio arquitectónico exuberante, pero en otros se trata de pueblos pequeños. sencillos y de gran generosidad.

Siempre suelo decir que la belleza de un lugar no lo da solo su riqueza monumental ni paisajística, la esencia más pura de un lugar las da su gente y sus costumbres. Este es el caso de Cañaveral, gente agradable y hospitalaria que te saluda con gesto gentil cuando camina por sus calles.


Fiestas locales

San Benito, el lunes después de Semana Santa;
San José Obrero, el 1 de mayo en la barriada de la estación;
Virgen de Cabezón, el segundo domingo de mayo;
San Roque, el 16 de agosto.

Para conocer a un pueblo no hay nada mejor que vivir sus fiestas, en ellas se ve el alma de sus gentes. Cañaveral celebra varias; el lunes después de semana santa se celebra la Fiesta de San Benito, curiosa momento cuando se llega a la tradicional carrera arriba y abajo con el santo a cuestas entre unos mozos y otros para evitar que el Santo entre en la iglesia.

También de gran tradición la Romería de la Virgen de Cabezón, que se realiza el segundo domingo de mayo, con el desplazamiento de los romeros hacia la ermita situada en las proximidades de Grimaldo.

No menos curiosa es la famosa Velá, que consiste en quemar muebles viejos ante la puerta de la iglesia. Comienza a quemarse la noche del Domingo de Pascua.


Vía de la Plata / Etapa 12 - Valdesalor > Casar de Cáceres



Información actualizada 23 de abril de 2024


Si decidimos tomar Casar de Cáceres como final de etapa esto no significa desaprovechar la oportunidad de disfrutar del patrimonio monumental de la ciudad de Cáceres. Para ello he confeccionado una ruta alternativa muy atractiva para aquellos que quieran visitar la ciudad monumental que sale a su paso, sin que por ello nos obligue a caminar más metros que la propia ruta oficial por la ciudad. (Esta ruta alternativa viene indicada al final del artículo, en el mapa de la etapa).

La jornada de hoy nos premia con una de las joyas del Camino, Cáceres, ciudad que conserva como pocas uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de España, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Pasear por su casco antiguo te transporta a otra época, a otros hechos, a otras vidas… Pasear por la Ciudad Monumental de noche o bajo la lluvia puede llevar especialmente a la evocación, al romanticismo y, sobre todo, al disfrute de miles de sensaciones, esas que tanto enriquecen nuestro Camino.

Para los que decidan finalizar la jornada en Cáceres decirles que lo aconsejable para el siguiente día siguiente sería hacer una etapa también corta, 11 km, la distancia hasta la siguiente población, Casar de Cáceres. La otra alternativa es una etapa muy dura y excesivamente larga, finalizar en Cañaveral está a algo más de 46 km, a partir de Casar de Cáceres no encontraremos ninguna otra población intermedia, tampoco tiendas, bares o fuentes.

Hace unos años el peregrino podía alojarse en un Albergue situado a orillas del Embalse de Alcántara, a unos 34 km de Cáceres, pero lleva años cerrado y aún pendiente de licitación.

Una vez aclarada la situación, nos ponemos en marcha.

Nuestro destino de hoy, Casar de Cáceres. A Quien madruga, Dios le ayuda.



Nuestros primeros pasos nos llevan hasta la Plaza del Ayuntamiento de Valdesalor. Desde allí nos dirigimos hacia la N-630 que está a tan solo unos 40 m. Con precaución caminamos por el arcén. Pronto y en la otra orilla nos aparecerá un cubo de granito indicándonos cruzar la carretera para tomar un camino de tierra, un sendero que va paralelo al asfalto, (el tramo está bien señalizado con cubos indicativos).

Pronto el camino nos aleja de la carretera nacional y nos lleva hacia la autovía, la salvamos por un puente (Km. 1 de la etapa). Tras el puente tomamos un camino que poco a poco vuelve a acercarnos a la N-360, esta misma que nos vio partir hace ya casi dos semanas y esta misma que seguirá con nosotros hasta Astorga.

Tras kilómetro y medio el camino nos acerca hasta un paso subterráneo que nos evita cruzar la carretera(Km. 3,5 de la etapa). 


Si buscamos una referencia ahora la carretera la tenemos a nuestra derecha. Subimos en cómodo ascenso por un camino de piedra suelta que nos lleva a coronar un puerto, el de las Camellas (Km. 5,1 de la etapa). En este punto nos encontramos a una altitud de unos 482 m. Unas alambradas cercan los terrenos del campamento militar Santa Ana, junto a ellas caminamos unos 500m hasta que un cubo de granito nos indica volver a tocar el asfalto de la Nacional, tan solo será para cruzarla, eso sí, con mucha precaución.



El camino nos aleja definitivamente de la presencia de la N-630 (Km 5,4 de la etapa), tras un ligero repecho aparece ante nosotros la ciudad de Cáceres.

Hay días en que el camino parece prolongarse más que las distancias indicadas en los mapas, sobre todo cuando tu horizonte parece estar al alcance de la mano, quizás este sea uno de esos casos, Cáceres parece tan cerca, pero no, no lo está, así que paciencia, pasito a pasito hacia nuestro horizonte deseado.




Dejamos el camino de tierra por una pista bien asfaltada, por ella entramos en un polígono con decenas de pequeños talleres (Km 8,6 de la etapa), al final de este continuamos por la derecha de la carretera, la cruzamos por un paso de peatones y entramos por la calle que parte en diagonal, la Ronda de San Francisco.

Continuamos recto, pasamos una rotonda y tras unos 300 m. llegamos hasta nuestro siguiente punto de referencia, la iglesia del Espíritu SantoEsta se asienta en una plaza con un bonito jardín con crucero, si tenemos la suerte de poder acceder a su interior seremos afortunados, alberga hermosas esculturas, sobre todo la del Cristo del Humilladero, de gran devoción en la ciudad.

Por aquí pasaron también antaño los peregrinos de la Vía de la Plata, los devotos de la ermita del Espíritu Santo y los monjes del monasterio de San Francisco. Tal fue su trasiego que el rey Fernando VI ordenó plantar olmos para dar sombra, algunos de los cuales se mantienen aún en pie (Espíritu Santo, Nuevos Juzgados), estando catalogados como “árboles singulares” de la ciudad.



Continuamos por la Ronda de San Francisco, pasamos junto a el Portón de la huerta del Conde (antigua puerta del cementerio de Cáceres) (km 10,2 de la etapa). Le sigue un complejo hospitalario y a nuestra derecha el monumental Monasterio de San Francisco. El bello conjunto del antiguo Convento de San Francisco alberga hoy un complejo cultural cuyos claustros renacentistas están habilitados para congresos, exposiciones y el Conservatorio de Grado Medio.

Los siguientes pasos nos llevan a una glorieta, la de la plaza de San Francisco, en ella se encuentra lo poco que queda del Puente de San Francisco (Km 11 de la etapa)desmantelado hace pocos años atrás. En este punto nos encontramos a las puertas del centro histórico de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1986.


Rodeamos por la derecha la rotonda del puente y tras llegar al primer paso de peatones lo cruzamos y tomamos la calle Miralrio. Tras pasar el Baluarte y la Torre de los Pozos tomamos por la derecha la calle San Roque, es subida. Por ella llegamos al Arco del Cristo, lo cruzamos y continuamos por la Cta. del Marqués, al final de esta nos recibe la plaza de San Jorge con su monumental iglesia de San Francisco Javier, giramos a la derecha y a unos pocos pasos se encuentra la catedral de Cáceres (Km 11,7 de la etapa).

Quién no tengan pensado finalizar la etapa en Cáceres les recomiendo que consulten el mapa de la etapa donde hemos trazado un camino alternativo Intramuros.
 
¿Qué diferencia hay con el trazado oficial? 
El trazado oficial nos lleva a la catedral de Cáceres, pero no pasa por la mayor parte de los edificios del Casco histórico. Quién desee continuar por una ruta alternativa que pasa junto a los edificios más relevantes sería mejor que siguiese la ruta marcada en el mapa de la etapa, finaliza también en la catedral de Santa María.




 


Bajo la torre campanario de la iglesia se encuentra la escultura de San Pedro de Alcántara. Un místico franciscano del siglo XVI, que predicaba por los caminos descalzo porque quería llevar el bien a través de la austeridad más extrema. La obra es del artista Pérez Comendador y la imagen del Santo es un autorretrato del propio escultor.





Concatedral de Santa María

Hermoso edificio que empezó a construirse a raíz de la última reconquista de la ciudad por Alfonso IX en 1229. Sufrió modificaciones a finales del siglo XV y se terminó a mediados del XVI. Tiene rango de Concatedral desde 1957, lo que quiere decir que, aunque sus medidas no sean catedralicias, cumple todas las funciones de una catedral, dado que la catedral física se encuentra en Coria, localidad situada al noroeste de la provincia.





Junto a la concatedral de Santa María nos encontramos con el fantástico Palacio de Carvajal, entre estilos gótico y renacentista. Fue levantado hacia la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI. Fácil de reconocer por su espléndido arco de impresionantes dovelas y un bonito balcón de esquina.
Por la calle de la amargura, trasera a la catedral se puede ver la Torre Redondasiglo XII, de la primera época de la reconquista de la ciudad, bien pudiera ser restos de las fortificaciones cristianas.

Frente a la concatedral se sitúa el Palacio Episcopal. En su portada encontramos dos medallones que representan a modo alegórico al viejo y al nuevo mundo.
A la derecha del esplendoroso Palacio Episcopal se encuentra el Palacio de Hernando de Ovando (s. XVI); la dinastía de los Ovando fue una de las dinastías de más raigambre y antigüedad de la nobleza cacereña.
Junto al Palacio Episcopal se sitúa como no otro palacio, el de Mayoralgo. En su patio interior, más antiguo, se conservan restos de unos arcos mudéjares y, en sus paredes se advierten empotrados capiteles visigóticos como también una serie de escudos heráldicos. En él se puede admirar una bellísima estatua de mármol de una dama romana.

Para finalizar nuestra visita al Recinto Monumental nos situamos en la Casa de los Moraga y la de los Duques de Valencia. La primera es casa data del s. XV, en la actualidad funciona como Centro Provincial de Artesanía. Su fachada es pequeña, sin pretensiones ni dimensiones palaciegas. La segunda, la de los Casa de los Duques de Valencia, está muy desvirtuada debido a las sucesivas reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos. En la última se adaptó a las necesidades de un organismo oficial.

Dejamos la Plaza de Santa María por la calle que separa el Palacio Episcopal y el de Mayoralgo, esta nos lleva hasta el Arco de la Estrella acceso principal a la Plaza Mayor desde el recinto amurallado. Con ello abandonamos el Cáceres de intramuros y regresamos al recorrido oficial que discurre por la misma plaza Mayor.



LPlaza Mayor está presidida por el Ayuntamiento, se pueden contemplar monumentos tan emblemáticos como la Torre de la Hierba, la de los Púlpitos y sobre todo la Torre de Bujaco, situada junto a la Ermita de la Paz.
Tradicional es punto de reunión de los cacereños al tener una estupenda oferta de cafeterías, bares y restaurantes.




Cáceres como Conjunto Monumental, declarado por la UNESCO en 1986 Patrimonio de la Humanidad. La ciudad de Cáceres es el reflejo de todas las culturas que han vivido dentro de sus muros. Y años más tarde, vio cómo la ciudad crecía fuera de las murallas.

Los primeros vestigios de la ciudad se remontan a la época romana, aunque antes se conoce que ya existieron asentamientos humanos. Aunque cuando la ciudad gana cierto esplendor es con la llegada de los musulmanes, de los que hoy nos quedan importantes restos como el Palacio de las Veletas, antiguo alcázar y la imponente muralla.

Durante los siglos XIII y XIV diversas familias nobiliarias del norte de la península encuentran en Cáceres el lugar idóneo para construir sus casas solariegas dentro del recinto amurallado, sobre el sustrato musulmán. Así dan lugar a la arquitectura característica del casco antiguo de Cáceres: edificaciones austeras, de fuerte carácter defensivo. La mayoría de edificios civiles y religiosos del casco antiguo de Cáceres datan de finales del siglo XV y XVI.

La población judía dejó también su huella en la capital cacereña, donde encontramos el Barrio Judío ubicado en uno de los extremos de la muralla, siguiendo el trazado sinuoso de calles estrechas, algunas sin salida. Su valor histórico es reconocido y está integrado en la Red de Juderías de España "Caminos de Sefarad". (1)



Fuera del recorrido oficial se encuentra la Iglesia de Santiago de los Caballeros, localizada en el mapa de la etapa, de Visita obligada.
Iglesia levantada sobre los restos de un templo de la Orden de los Frates, germen de la orden de Santiago. El origen de esta iglesia data del siglo XII, los restos más antiguos encontrados datan del s. XIV.

En el interior de esta Iglesia podemos apreciar los magníficos trabajos que nos dejaron Alonso de Berruguete, Rodrigo Gil de Hontañon, Manuel de Larra Chirruguera, Sancho Cabrera, Pedro Gómez y Pedro Marquina. El más destacable y famoso de ellos se encuentra en la capilla mayor, su retablo. Una de las últimas obras del artista castellano Alonso de Berruguete. En la calle central se dispone una Virgen con el niño entre dos ángeles, y a sus pies un Santiago a caballo.

Hasta principios del XVIII, era también centro de recepción de peregrinos. Una parada obligada para aquellos caminantes que pasaban por la ciudad. Son varias las marcas que atestiguan la función de "fin de etapa" del camino. En el exterior podemos apreciar las típicas conchas, la VIEIRAS que siguen siendo símbolo del camino, o el cordón Hospitalario, que marcaba puntos donde se atendía a los transeúntes. Además, en "La Puerta de los Peregrinos" vemos una figura, bastante infantil, que quiere representar a un peregrino, con toda la iconografía típica, datada en el siglo XIII. En ella se asienta una de las mayores colonias de cigüeñas, cuyos retoños aprovechan la amplitud del espacio aéreo para aprender a volar, proporcionando todo un espectáculo a finales de mayo.





Camino a Casar de Cáceres

Dejamos atrás la plaza Mayor para dirigirnos a la calle de Sancti Spiritutus y General Margallo por la que continuaremos sin desviarnos hasta llegar a una avenida la de Hernán Cortes, la cruzaremos por un paso de peatones a nuestra izquierda, la Plaza de Toros queda a nuestra derecha. 

Una vez en la Plaza de Toros tomamos a nuestra izquierda la Av. de las Lavanderas. Al comienzo del Paseo nos encontramos con una escultura que representa a una lavandera entrada en años, con facciones cansadas (km 12,7 de la etapa). Esta escultura de erigió en homenaje a las lavanderas de Hinche, La Madrila y Beltrán, personajes entrañables del pasado cacereño. 


Por delante tenemos un bonito paseo con bancos para descansar, al final del paseo comienza una ruta alternativa (señalizada) que nos evita un tramo de carretera a la salida de la ciudad.
Siguiendo el tramo oficial, al final del paseo llegamos a una gran rotonda, la tomamos por la izquierda y cruzamos la carretera por un paso de peatones.  En este punto tenemos también otra alternativa que nos evita la carretera (Km 13,7 de la etapa) 

El camino alternativo discurre por un tramo más seguro para evitar que el peregrino camine por la carretera. Además, posibilita más contacto con la naturaleza y nos regala unas impresionantes vistas de la ciudad desde el Cerro Otero. Este trazado alternativo parte desde la rotonda, junto a la N-521 y sube por un sendero hacia el cerro Otero, enlazando posteriormente con la cañada real hasta unirse al antiguo trazado del Camino, evitando así los peligros kilómetros de carretera.
(En el mapa de la etapa tenemos marcado el recorrido).

A continuación, mostramos una serie de fotos que dan crédito a la frase "una imagen vale más que mil palabras". Solo por evitar caminar sobre el asfalto cualquier razón es buena para que el caminante decida tomar un camino alternativo, primero porque le aleja del peligro y segundo para que disfrute de un hermoso paraje natural que merece en verdad mucho la pena.










Recorrido oficial
Desde la rotonda continuamos unos metros por un carril bici que nos lleva hasta la carretera CC-38, unos tres kilómetro por una larga y monótona carretera (con tráfico continuo).
Bien pasado el punto kilométrico 3 de la carretera, una señal de tráfico junto a un cubo de granito nos indica cambiar el asfalto por una pista de tierra que nace a nuestra izquierda (Km. 16,3 de la etapa). Unos metros más adelante llegamos al punto de unión con los caminos alternativos marcados en el mapa de la etapa.


El camino a partir de ahora no conlleva dificultad alguna en cuanto a señalización, ni la vamos a necesitar ya que tan solo tenemos que continuar por esta pista que nos lleva directamente a nuestro final de etapa de hoy, Casar de Cáceres.
Como referencia tenemos a nuestra derecha la presencia continua de la carretera. Por delante pasaremos por varios arroyos, es conveniente tenerlos en cuenta si caminamos en temporada de lluvias.

Una vez alcanzamos el km. 20 de la etapa nos encontramos con la autovía, la sobrepasamos bajo un par de puentes, tras un par de kilómetras más llegamos a Casar de Cáceres (Km. 22 de la etapa).





Al final del bonito paseo llegamos hasta una plaza, continuamos por la calle Larga Alta que nos lleva hasta la plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, la oficina de turismo donde tenemos que inscribirnos y recoger las llaves del albergue, también la misma plaza. (Km. 23 final de la etapa).



La primera cultura que marcó el devenir del territorio fue la romana, de la que aún se conserva un tramo de calzada perteneciente a la Vía de la Plata.

Los orígenes de Casar de Cáceres son aún hoy desconocidos. Estuvo poblado desde épocas muy antiguas como lo atestiguan los restos de poblaciones indígenas en los alrededores: castro de la Edad de Bronce, conocido como “El Castillejo”; estela funeraria de origen celtíbero (del siglo I a.C.), tumbas antropomorfas (en el paraje de la Jara), piedras talladas y restos de antiguas construcciones que ponen en evidencia el paso de la historia. 

La primera cultura que marcó el devenir del territorio fue la romana, por los numerosos vestigios que se conservan, como la conocida Calzada Romana (iter ab Emerita Asturicam) o Vía de la Plata que que cruzaría el pueblo. Al norte de la población está la Ermita de Santiago Apóstol, y a pocos metros de ella se inicia el camino de Las Barcas por donde se pueden algunos de sus restos hasta el límite municipal. La Calzada con posterioridad sería Cañada Real Soriana-Occidental para la trashumancia, Camino Real de Santiago después y actualmente, la conocida Calle Larga, eje que vertebra el plano urbanístico del pueblo. Los árabes la denominaban “Al-Balata”, que significa camino de plata. También se conservan varios fragmentos de (en la ermita de San Benito y San Blas y en el camino de las Barcas y pozo como el de los Tejares (ubicado en el camino de San Benito y San Blas) o el Canto (2).

Nuestra visita por el casco urbano tradicional tiene dos polos de atracción: uno es el propio por el que discurre el Camino de Santiago, la Calle Larga (Alta y Baja); y otro el que rodea la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. Ambos polos se unen por la Avenida de la Constitución y en cuya confluencia se encuentra la Plaza de España donde se ubica el Ayuntamiento y el albergue de Peregrinos. Este último es un edificio rehabilitado por el Ayuntamiento y destinado a dar alojamiento a los peregrinos que realizan el camino de Santiago.


En Casar no puedes de dejar de visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, fiel reflejo de la arquitectura renacentista extremeña con claros elementos góticos. Sus orígenes se remontan a fines del s. XIII y comienzos del XIV. El crecimiento demográfico del pueblo exigió su ampliación en el año 1.505, dotándose al primer templo de una capilla mayor y una torre más amplia. Obra erigida por el maestro cantero Pedro de Ibarra.
Su interior ofrece una amplia cabecera con bóvedas de crucería gótica, destaca la Sacristía y, por supuesto, el Retablo Mayor, declarado Bien de Interés Cultural, restaurado en el s. XVI al encontrarse el antiguo en muy mal estado. (2)





Casar de Cáceres posee siete ermitas; cuatro se ubican en el casco urbano, una en cada punto cardinal, y las tres restantes a las afueras de la localidad. Todas responden a modelos de arquitectura popular, aunque han sido reformadas.

Las ubicadas en el centro urbano son: al este la Ermita de los Santos Mártires, al oeste la de la Soledad, al sur la de San Bartolomé y al norte en pleno recorrido de nuestro camino, la ermita de Santiago.




Casar de Cáceres es una localidad acogedora, tranquila y que ofrece una combinación perfecta de lugares modernos y amplios junto a calles típicas, estrechas, con fachadas antiguas de arquitectura tradicionalEs esta última, la arquitectura popular la que nos merece especial consideración. Viejas casas con sencillas fachadas encaladas con las enmarcaciones de granitos en puertas y ventanas. También encontramos curiosos arcos entre calles a manera de sencillos arquillos de ladrillos o conformando parte de las viviendas contiguas.


Con gran tradición quesera, en Casar de Cáceres se elaboran artesanalmente quesos con una cuidada selección de la materia prima, la leche de oveja, vaca o cabra. Merece mención especial la Torta del Casarque dispone de su Denominación de Origen y ha ganado muchos premios en ferias queseras.


BUENA ESTANCIA, DESCANSO Y BUEN CAMINO


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Buen Camino



Referencias:
(1) - DIPUTACIÓN DE CÁCERES - https://www.turismocaceres.org/es/turismo-cultural/conjunto-historico-de-caceres.
(2) -  Turismo Casar de Caceres - Historia - http://turismocasardecaceres.es/historia/