Santiago Matamoros



23 de mayo

CONMEMORACIÓN DE LA APARICIÓN DE SANTIAGO APÓSTOL


      En un día como hoy del año 844, se produjo supuestamente una batalla legendaria en el denominado Campo de la Matanza, en las cercanías de Clavijo (La Rioja). Fue dirigida por el rey Ramiro I de Asturias contra los musulmanes.


La Batalla de Clavijo

      Una de las más célebres batallas de la Reconquista, mítica por la victoria de las tropas cristiana sobre las musulmanas gracias a la intervención milagrosa del apóstol Santiago.
Los historiadores afirman que la batalla pudo acontecer ante la negativa de Ramiro I de someterse al tributo de las cien doncellas, que consistía en un tributo de cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas, hacia el Emirato de Córdoba.


La Leyenda

      Todo estaba perdido para las tropas de Ramiro, que ya veían como los musulmanes les vencerían muy pronto. Pero una noche, en sus sueños, se presentó ante Ramiro el apóstol Santiago, animándole para no rendirse y seguir en combate. Según cuenta la leyenda, al día siguiente se presentó el apóstol en medio de la batalla. En los cielos se pudo ver una cruz roja en forma de espada y los musulmanes fueron derrotados al grito de Que Dios nos ayude y Santiago. La leyenda cuenta que el mismo Santiago descendió de los cielos para entrar a formar parte de la batalla. Desde la batalla de Clavijo, a Santiago se le conoció también bajo el nombre de Santiago “Matamoros”.




Ultreia et Suseia

El Camino, una experiencia vital



EL CAMINO DE SANTIAGO
una experiencia vital que transforma



Un viaje con alma

      El Camino de Santiago es mucho más que una ruta de peregrinación. Es un recorrido hacia un santuario, sí, pero también hacia dentro de uno mismo. Miles de pasos que te conducen al sepulcro del Apóstol Santiago y al encuentro contigo.

Orígenes bajo las estrellas

      Hace más de mil años, bajo un cielo estrellado, el eremita Paio descubrió un enterramiento en el bosque sagrado de Libredón. Allí descansaban Santiago el Mayor y sus discípulos Teodoro y Atanasio.

El rey Alfonso II de Asturias ordenó erigir una pequeña iglesia en el lugar: el Locus Sancti Iacobi. Fue la piedra angular de lo que hoy es la catedral y la ciudad de Santiago de Compostela.

Desde entonces, los caminos se llenaron de huellas que llegan desde todos los puntos del horizonte, con un único destino: Santiago.





La Concha Peregrina

      Hoy llevamos la vieira colgada desde el primer paso. Pero en otros tiempos, solo la portaban los que ya habían llegado a Santiago. Se la llamaba Pecten Maximus y simbolizaba una virtud alcanzada: la generosidad.

Quien ha llegado a Santiago, ha sido tocado por algo que le cambia.
Y lo que se transforma, nunca vuelve a ser lo mismo.


La flecha amarilla: humilde guía, gran legado

      La más fiel compañera del peregrino no tiene GPS ni mapa. Es una flecha pintada a brocha gorda, a veces sobre piedras, muros o árboles. Nació de la mano del padre Elías Valiña, el cura de O Cebreiro.

Con su viejo “dos caballos” y restos de pintura de carreteras, recorrió el Camino marcando con humildes señales el sendero hacia Santiago. Su gesto, sencillo y silencioso, salvó el Camino del olvido.

Hoy esa flecha es más que un símbolo: es un acto de amor.


Si alguna vez una flecha te devuelve la sonrisa, elévala al cielo y grita con gratitud: ¡Ultreia! 



Credencial y Compostela

      La credencial es el pasaporte del alma del peregrino. No da derechos, solo abre puertas.

Te identificará como peregrino ante los albergues y te permitirá solicitar la Compostela, el certificado que acredita tu peregrinación. Solo se concede a quienes han hecho el Camino con sentido cristiano:

devotionis affectu, voti vel pietatis causa.

Sellar tu credencial en cada etapa es como sembrar memoria en tu paso.


¿Qué llevar? Lo justo. Nada más.

      El Camino no se hace con peso, sino con ligereza.

Mochila

  • Impermeable, ligera y bien ajustada. 6-8 kg máximo.

  • Distribuye el peso: objetos pesados abajo y cosas útiles a mano.

Lo esencial despendiendo de la estación del año

  • Ropa: 2 camisetas, 2 pantalones, 2 mudas, 1 forro polar, chubasquero.

  • Botas cómodas y usadas, chanclas, saco de dormir.

  • Gorro, gafas, toalla, artículos de higiene en formato pequeño.

Otros objetos

  • Bordón. Si lo encuentras en el camino, mejor.

  • Navaja, tapones para oídos, documentación, tarjeta sanitaria y bancaria.

  • Un buen sombrero. En la Vía de la Plata, el sol no perdona.

Botiquín básico

  • Analgésicos, gasas, aguja e hilo, Betadine, vaselina, protector solar.


Alimentación y agua

      Lleva agua suficiente. En la Vía de la Plata las fuentes escasean. En verano, 3 litros es lo recomendable.
Aliméntate con productos ligeros, energéticos y locales. Muchos albergues tienen cocina comunitaria.


Cuidar los pies es cuidar el camino

      El mayor enemigo a combatir: las ampollas.
El mejor aliado: un buen calzado y calcetines técnicos .

Ventila tus pies, masajéalos y sécalos bien.
Si surge una ampolla, no quites la piel. Drena, desinfecta y protege.

Caminos de asfalto: atención y respeto

      Cuando las flechas te lleven al asfalto: Camina siempre por la izquierda. Si vas en grupo, en fila india evitando distracciones. El asfalto es el único tramo donde el Camino puede no perdonar.

 

Albergues: donde el alma descansa

      Hay muchas formas de dormir… pero pocas tan ricas como las de los albergues de donativo, herederos de los antiguos hospitales medievales.

Atendidos por hospitaleros voluntarios, ofrecen algo que no se compra: acogida, comunidad, compartir.

Allí, una cena puede convertirse en una conversación inolvidable.
Y un desayuno compartido, en una bendición silenciosa.



Y ahora, comienza tu Camino

      No necesitas más. Solo voluntad, humildad, asombro… y una mochila bien preparada. Pero sobre todo, lleva espacio en el alma. Porque el Camino… 

te lo llenará todo. 


Ultreia et Suseia